La subida del paro y los vaticinios de recesión descolocan la estrategia de Rubalcaba

04/10/2011

Ángel García Moreno. Lo previsto era un incipiente comienzo de la recuperación y la creación de empleo, pero los últimos datos indican que Rubalcaba va a unas elecciones con récords de paro y la economía otra vez cuesta abajo. Este “hundimiento” permite al PP ir ganando terreno sin tener que hacer grandes esfuerzos.

Cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, convocó en junio las elecciones generales para el 20 de noviembre lo hizo con la convicción de que ello provocaría certidumbre y la economía y el empleo comenzarían a repuntar. Algo, que de alguna manera favorecería las posibilidades electorales de los socialistas, entonces muy deterioradas aunque en proceso de mejora con la designación de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato del PSOE.

Zapatero esperaba que los intereses electorales socialistas se vieran también favorecidos por las expectivas de una mejora del empleo, especialmente con motivo de la previsible excelente campaña turística del verano, iban a favorecer los intereses electorales socialistas.

De hecho, el día 28 de octubre está previsto que se conozca la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre (julio, agosto y septiembre) y a primeros de noviembre los datos sobre paro registrado en las oficinas de empleo en octubre. Si bien, los datos de paro registrado de noviembre podían no ser buenos, una EPA extraordinaria que recogiera una sustancial caída del desempleo en el verano permitiría, según el análisis hecho antes del verano,  presentarse a los socialistas con buena cara a las elecciones.

Sorprendente aumento del paro en verano

Sin embargo, todo este planteamiento saltó este martes por los aires al conocerse el resultado de paro registrado en septiembre:

-El mes pasado el desempleo creció en 95.817 personas.

-Este aumento se unía al de agosto en que incrementó el número de desempleados inscritos en las oficinas de empleo en 51.185 personas.

-En julio si bajó el paro pero lo hizo en 42.059 personas, cifra inferior a la del mismo mes del año pasado.

Es decir en los tres meses del trimestre de verano el desempleo no solo no ha bajado significativamente, sino que ha crecido. A ello hay que unirle la más que previsible subida del paro también en octubre, un mes tradicionalmente de alzas como ocurrió el año pasado donde el crecimiento del desempleo fue de 68.213 personas.

Nuevos factores

En cuanto a las causas del aumento del paro en el verano hay que atribuirlas, junto al factor estacional del fin de la temporada turística y la incorporación al mercado de trabajo que han acabado sus estudios, a dos nuevos factores. Uno es la práctica de algunas empresas, denunciada incluso por el ministerio de Trabajo, de despedir trabajadores al comienzo del verano para contratarlos después de la época estival.

El segundo factor es el crecimiento del paro en sectores como la educación y la sanidad motivados por los recortes de gasto que se están aplicando en las comunidades autónomas por la crisis y el alto déficitpúblico. Como el ajuste del gasto público va a continuar no es de descartar que asistamos en los próximos meses a nuevos recortes de personal en otras áreas que provocarán también un aumento del empleo.

Ahora también habrá que esperar a ver como influyen estos factores en la Encuesta de Población Activa que se conocerá al 28 de octubre, pero todo apunta a que los datos no van a ser tan buenos como se preveía a principios del verano y por lo tanto van a jugar en contra del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La última EPA fue hecha pública el 29 de julio y correspondía al segundo trimestre del año. Los resultados recogieron un descenso de 76.500 personas en el número de desempleados que alcanzaron la cifra de 4.833.700 parados (el 20,89% de la población activa).

Recesión

En medio de este panorama son cada vez más los servicios de estudios y analistas que rebajan sus previsiones de crecimiento económico para este año y el próximo en España lo que se traducirá negativamente en el mercado de trabajo. Ello sin descartar la posibilidad de que sean neceasrios nuevos ajustes en el gasto público o mediante una subida de impuestos para cumplir con el objetivo de déficit público.

Incluso está el caso como el del banco norteamericano Goldman Sachs que ha cambiado sus previsiones de tal manera que ahora considera que el PIB español está ya en recesión en el último trimestre de este año y continuará así hasta dentro de un año.

El panorama que se presenta no parece que deje mucho margen al optimismo y dejando de un lado la coyuntura internacional el único factor interno que lo puede alterar para bien o para peor es el resultado electoral del próximo 20 de noviembre y la política económica que aplique el nuevo gobierno que salga de las urnas.

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