Pablo Casado y Santiago Abascal recuperan la unidad de mensaje. Lo pusieron de relieve en el pleno del Congreso de este miércoles, San Macario de Jerusalén en el santoral católico, con las mismas críticas y denuestos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Los dirigentes de la derecha y de la ultraderecha se mimetizan en su trepidante carrera por ver quien pinta más negra la patria. “Cien mil fallecidos, tres millones de enfermos, dos millones más de parados…, drama sanitario y social”, clamó Casado, culpando del daño al jefe de un Gobierno dividido, como se ha vuelto a ver en la votación del Parlamento Europeo para desposeer de la inmunidad parlamentaria al expresident catalán, Carlos Puigdemont (los del PSOE votaron a favor del suplicatorio y los de Podemos en contra). El je de un Gobierno que, además cede ante Bildu, e incurre en la ignominia de trasladar al País Vasco al asesino del concejal y diriguente guipuzcoano del PP Gregorio Ordóñez. Eso dijo.
Sánchez se tomó la “perorata de improperios y exabruptos” del líder del PP como “el aperitivo del plato fuerte que viene luego”. Se refería al jefe de la ultraderecha, aunque se equivocó, pues mayor acidez no cabía y el vóxido Abascal repitió el mensaje de su colega: “Cien mil muertos, calles inseguras, reparto de jueces como cromos, muerte, ruina y división social”. Eso dijo.
Cierto es que la identidad del ‘logos’ y del ‘phatos’ de los dos orates, coincidentes hasta en la repugnancia que les produce el movimiento feminista, no alcanzó todavía al ‘ethos’ como desearían los padrinos políticos de los dos personajes. Siguen siendo distintos, aunque no distantes. El del PP estuvo ágil: “Visto lo visto, la crisis tenemos que volver a administrarla una vez más un Gobierno del Partido Popular”. Pero el voxido no se arredró; eso está por ver, vino a decir. Y enarboló “el pacto con la sociedad”, dando a entender que no cederá a los movimientos que detrás del escenario buscan la fusión.
Más allá de la identidad del discurso y el énfasis opositor entre Abascal y Casado y del habitual desbrave del murciano Egea contra Iglesias, el pleno sirvió para que la vicepresidenta Calvo pusiera de relieve que ya hay más personas vacunadas que infectadas por coronavirus, para que el titular de Fomento, José Luis Ábalos, cifrara en 54.000 las viviendas sociales que entre nueva construcción y acuerdos con la Sareb y las entidades bancarias saldrán al mercado en dos años y, sobre todo, para que el presidente Sánchez anunciara la puesta en marcha de ayudas directas a las pequeños empresas de hostelería y turismo, inicialmente por valor de 11.000 millones de euros, de los que 5.000 serán a fondo perdido. La presidenta de Ciudadanos pidió más: hasta 15.000 millones. También Podemos estima que la cifra inicial queda corta. La concreción, el viernes en Consejo de Ministros extraordinario.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.