Tanto picar entre horas trae estas cosas. Al final se te quita el hambre, te birlan el bocadillo y ni te enteras. Al señor gobernador del Banco de España le pasa algo parecido. De los suyo no le pregunte mucho pero de reformar pensiones, abaratar despidos, moderar salarios o flexibilizar el mercado laboral, lo que quiera y más. Ya le gustaría a la Wikipedia alcanzar esas cotas de conocimiento. Basta seguir su reguero mediático para comprobar cómo está jalonado de transgresoras recetas que vienen a decir que hay que trabajar más y peor, cobrar menos y jubilarte a la misma edad en la que las duquesas se casan. Acaso usted, egoísta por demás, quisiera trincar una indemnización multimillonaria tipo Novacaixagalicia o Caja de Ahorros del Mediterráneo pero para eso hay que saber llevar a la ruina a una entidad financiera y eso no se aprende en la escuela pública y, si me apura, ni siquiera en la privada.

Para eso hay que tener madera y más cara que un saco de esas perras que custodia don Miguel Ángel en los ratos libres que le deja su adoctrinamiento. Por lo visto de estas nimiedades ni se entera ni pone interés en ello. Al parecer es responsabilidad de los consejeros autonómicos que se quedan traspuestos nada más darles el obsequio en la asamblea. No se conoce lugar en el que más al alza cotice el ronquido. El señor Fernández Ordóñez, Mafo para los enterados de este mundillo, en un prodigioso alarde de profesionalidad y erudición sí ha llegado a exclamar que la gestión de la CAM “es lo peor de lo peor”, una visión que, en idénticos términos dialécticos, comparte Belén Esteban quien, como se sabe, por un calendario de la caja, sea cual sea, mata.

Habrá quien piense que el gobernador debería estar para eso y, en consecuencia, para evitar estas tropelías que dejan a Luis Candelas a la altura de Teresa de Calcuta. Mas no parece que le vaya en un sueldo que, hasta el pasado mes de abril, se guardaba con el mismo secretismo que el Santo Grial. Son 165.000 euros anuales que ya los quisiera uno para poder moderarlos como pide su propio beneficiario. Una limosna, bien es cierto, frente a los más 23 millones que se han embolsado tres directivos de la caja gallega por arruinarla. A usted, que igual un día llega tarde al laboro y le cae una bronca, igual le parece extraña esta recompensa, pero tampoco le piden que lo entienda. Es suficiente con seguir pagando impuestos para que se lo lleven muerto los siguientes ya que no hay que olvidar que esos pillajes salen de los bolsillos que han servido para reflotarlas. Adivine de quienes.

No quisiera decir esto sin anestesia mas me veo en la obligación. Nos han sacado 2.500 millones de euros para salvar a las cajas de ahorros que se ahogaban y una parte de ese dinero ha ido a parar en abundancia a las manos que perpetraron el desastre que sufragamos. No quisiera echar leña al fuego pero si encima le recortaron el sueldo, en noviembre le viene el segundo pago de Hacienda y además este año se ha vuelto a ilusionar con el Atleti, mejor sería que, con la excusa de una oferta de cruceros, se marche inmediatamente al exilio. Si alberga alguna duda le recuerdo que todavía quedan los cara a cara entre Mariano y Alfredo ¿Ya tiene el billete? De nada. A mandar