La reunión celebrada esta mañana en el ministerio de Trabajo con los sindicatos sobre la reforma de las políticas activas de empleo no sólo ha constatado que el diálogo social sigue roto, sino que ha permitido conocer las primeras medidas del Gobierno de su agenda social para favorecer la contratación de los parados.

Según ha informado el departamento que dirige Valeriano Gómez, la “primera reunión entre el nuevo equipo del Ministerio de Trabajo e Inmigración y los representantes de CCOO y UGT” ha estado centrada en la reforma que propone el departamento para las políticas activas de empleo y que se basa en tres ejes.

El primero, consiste en atender “a sectores productivos emergentes, como la “economía verde” es decir energías alternativas, agricultura ecológica…; sectores “blancos”, como los dedicados al cuidado de las personas dependientes, y el sector de las nuevas tecnologías”.

El segundo eje consiste en conseguir una mayor coordinación entre el Estado, que regula las políticas activas y las Comunidades Autónomas que son las encargadas de aplicarlas.

El último es encontrar “un equilibrio entre los servicios públicos y las agencias de colocación “previo reforzamiento de los actuales servicios públicos de empleo”.

La reforma, según la secretaria de Estado de Empleo, busca “una atención más personalizada y más profesional, que ayude a las personas desempleadas a salir de esta situación y mejorar sus posibilidades de volver al mercado de trabajo”.

La secretaria de Estado de Empleo se reunirá la próxima semana para trabajar sobre estas novedosas propuestas con los representantes de la patronal y de las comunidades autónomas.