La compañía energética Naturgy ha puesto en marcha un plan de bajas voluntarias para 1.000 empleados de su plantilla en España. La decisión se toma cuando la empresa tiene paralizado el nuevo plan estratégico, que iba a presentar en febrero, pero que quedó aparcado por el lanzamiento de una opa parcial por el fondo australiano IFM. La oferta necesita la autorización del Gobierno, que aún no se ha pronunciado.

El plan se implementará después de que sea negociado con los representantes de la plantilla, según medios sindicales, a los que la dirección ha trasladado la necesidad de adaptar la compañía a los cambios operativos que se están produciendo en el sector energético.

No se trata además de una medida novedosa para Naturgy, empresa surgida por la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa, entonces el grupo sumaba casi 20.000 trabajadores. Las reducciones previas a la actual se han debido a los efectos de esta operación empresarial, así como a desinversiones realizadas. Si bien el grupo ha acogido a empleados de empresas adquiridas, como la chilena CGE

Ahora los últimos datos apuntan a que el grupo que preside Francisco Reynés cuenta con una plantilla superior a las 10.000 personas, si bien en el plan estratégico que aún está vigente y que se presentó en Londres en junio de 2018 contiene objetivos sobre eficiencia y ahorro de costes. Las medidas para lograr las citadas metas se han desarrollado en  ejercicios anteriores: el pasado año, en el que ha presentado pérdidas por 347 millones de euros, contabilizó ahorros por más de 540 millones.

No se trata tampoco de una medida desconocida en el sector energético. El pasado octubre Iberdrola planteó a los sindicatos una reducción de 1.500 puestos de trabajo, equivalentes al 15% de su plantilla en España. Al cierre de 2019, la plantilla de Iberdrola en España ascendía a casi 9.600 empleados.

También Endesa ha formado parte de la lista de empresas que han realizado ajustes de plantilla por tal de adaptarse a la transición energética, según argumentó para materializar una reducción del número de empleados. El pasado diciembre pactó con  los sindicatos la salida de 1.200 personas en cuatro años.