Los índices europeos continúan lanzados. Ya me gustaría saber si es hacia el cielo o si hacia el precipicio, pero se han tomado muy en serio lo de que hay que salir del agujero en el que estaban y se han aplicado el cuento con cierta rapidez y eso que el Banco Central Europeo (BCE) ha ayudado poco.

En la última reunión sobre tipos de interés, Jean Claude Trichet ha mantenido «impasible el ademán». A este hombre le importa poco que el crecimiento económico esté bajo mínimos, él sigue erre que erre con la guía de la inflación y no hay quien le apee del burro. A este paso, Draghi tendrá la suerte de ser el presidente del BCE que más rápidamente habrá bajado los tipos de interés, posiblemente en su primera reunión como presidente.

Los índices aceptaron el mantenimiento de los tipos de interés solo «regular», pero les bastó el «gesto» del BCE de volver a la carga con la barra libre de liquidez a la banca. A este tipo los bancos van a poder entregar hasta papel higiénico como «colateral» para que el BCE les entregue dinero.

Esta dicotomía me lleva a pensar que, en estos momentos, los índices andan más preocupados por la situación del sector financiero euripeo que por el mismísimo crecimiento económico. Todo a su debido tiempo y ya llegará el momento de mirar hacia eñPIB y comprobar que tanta alegría tampoco tenía demasiada razón de ser.

En fin, que parece que el optimismo se fortalece cada día que pasa. Esperemos que al final no sea para caer desde más arriba, que es lo que suele pasar en casos semejantes a este. Un dato: la semana que viene, Grecia debía recibir el dinero del rescate y no lo va a recibir. ¿Aumentará la tensión o al mercado le importa Grecia un carajo y lo que ha estado valorando todo este tiempo es que su quiebra se llevaría por delante a media banca europea? Ahí saldremos de dudas.

Entre tanto, nos quedamos con los dfatos para la estadística. El Dax subió un 3,15%, el FTSE un 3,71%m el CAC un 3,41% y el Ibex un 2,68%. Los números son de vértigo.