Unai Sordo, líder de Comisiones Obreras, trazó hoy un crudo panorama para la economía española en los próximos meses. Aunque todo vaya bien, dijo, y las vacunas cumplan su función e inmunicen a buena parte de la población, lo cierto es que algunos sectores, en el corto o incluso en el medio plazo, tardarán o nunca lo hará en reborar el protagonismo que tuvieron antaño, antes del estallido de la pandemia.

“No volveremos a tener 85 millones de visitantes”, sintetizó el líder sindical, que tras referirse al récord histórico de turistas en España en 2019, repasó algunas cuestiones claves en las negociaciones que su sindicato afronta junto al Gobierno y los empresarios, entre las cuales destacan la reforma laboral, la del sistema de pensiones y la distribución de fondos de la reconstrucción enviados por Bruselas.

Sordo anticipó que turismo, comercio y distribución serán aquellos sectores que más sufrirán por los cambios en los patrones de consumo y por las restricciones con las que probablemente habrá que convivir en los próximos años.

En su opinión, la economía española volverá a niveles prepandemia el próximo año 2022; un año antes de lo pronosticado por el Banco de España. Pero para ello la vacunación debe avanzar con rapidez. Y las reformas que negocian con el Gobierno y los patronos deberán avanzar en una dirección; la de la distribución de las cargas de la crisis, que evite convertir en pagano a los trabajadores despedidos y aquellos que están dentro de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

Solo así, repitió, se evitará que nuevamente quienes menos tienen vean devaluados sus salarios, una vez más.

También será necesario distribuir con acierto los fondos europeos. Y con ello transmitir al conjunto de la economía, vía consumo e inversión, el beneficio de los estímulos económicos llegados desde Bruselas.

Reforma laboral: “Un elefante a mordiscos”

En primer lugar Sordo defendió el calendario de negociación propuesto por el Gobierno en relación con la reforma laboral. “Para comerse un elefante a mordiscos hay que empezar por algún lado. Y por eso queremos empezar por lo que ya teníamos avanzado antes de la pandemia”, dijo, en réplica a Antonio Garamendi, el líder de los empresarios que ayer cargó contra el listado de temas propuesto por el Gobierno dentro de esta mesa del diálogo social.

Esta mesa pretende avanzar en asuntos como la distribución de poder en la negociación de convenios colectivos, escorada hacia los empresarios desde 2012. Y en las reglas de la subcontratación, que hoy posibilitan recortar salarios y derechos a los trabajadores que ejercen en las subcontratadas.

El sindicato confía en que recuperar ese poder le permitirá evitar una nueva devaluación de salarios. Y defiende que los convenios pactados en el sector fijen de nuevo el umbral mínimo para los salarios, que ningún pacto a nivel de empresa se pueda saltar.

Solo así, continúan, la economía española logrará prepararse para los retos que tiene por delante, que son un cambio en su modelo productivo y otras ventajas, como que las empresas ganen tamaño, y puedan competir en mejor situación.

Por último el líder sindical emplazó al Gobierno a subir impuestos, de tal modo que el Estado cuente con recursos cuando Bruselas cierre el grifo, y obligue a los Estados a apretarse el cinturón, retornando a las reglas de déficit.