La reforma de las pensiones, el mayor obstáculo para el crecimiento de España en opinión de Bruselas, dista mucho de estar cerrada. Los sindicatos se oponen a los planes del Gobierno de castigar a quienes se jubilen antes de llegar a la edad ordinaria para ello. Una oposición sindical que anticipa a Pedro Sánchez problemas no solo en el seno de su coalición de Gobierno, sino también en cuanto al imprescindible apoyo parlamentario.

UGT fue la encargada hoy de arrojar un jarro de agua fría a los planes de Ejecutivo, trufados de millonarias inversiones, pero que exigen a cambio, para que Bruselas libere el dinero destinado a la reconstrucción de la economía, devolver al sistema de pensiones a una contabilidad saneada.

El sindicato advirtió al Ejecutivo que no apoyará los planes de Escrivá, ministro del ramo, para recortar el gasto en pensiones por la vía de castigar las jubilaciones anticipadas, y premiar a quienes permanezcan en el tajo una vez cumplida la edad ordinaria de jubilación.

“¿Estos señores que gobiernan no saben que cuando algunos trabajadores llegan a la edad de jubilación no pueden seguir ni un día más porque físicamente no aguantan?”, clamó en líder de la central, Pepe Álvarez, este miércoles, en presencia de una de las ministras del Gobierno, la titular de Industria, Reyes Maroto, invitada a un cónclave sindical.

“Con nosotros que no cuenten. No lo vamos a firmar. Y es más, lo vamos a combatir, en la calle y en el Congreso”, añadió Álvarez, anticipando así la grieta que la reforma de pensiones puede abrir en el Ejecutivo de coalición.

Sin embargo, el tiempo apremia. Y al Gobierno le corre prisa aprobar una reforma que Bruselas sitúa como la primera de sus prioridades, por culpa del desbocado déficit que acumula la Seguridad Social, 85.000 millones desde 2011, y que el año pasado aceleró hasta alcanzar la cifra récord de 20.000 millones de euros.

Una ingente bola de nieve que no puede sino engordar. A partir de 2025 comenzará a jubilarse la generación del baby boom. Y eso supone una presión adicional para un sistema ya exhausto, que no remitirá hasta el año 2025.

Dificultades para retrasar la jubilación efectiva

UGT cargó hoy contra la idea de José Luis Escrivá, ministro de la Seguridad Social, de incentivar con un pago único de hasta 12.000 euros a los pensionistas que accedan a retrasar su momento de jubilación.

Una críticas que se suman a las que profirió ayer el primer responsable de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, quien, tras advertir que el acuerdo está aún lejos, insinuando incluso cierto bloqueo de la negociación, atacó el sistema de penalizaciones ideado por Escrivá a fin de evitar las jubilaciones anticipadas, y la idea incluso de castigar a las rentas más altas en esta situación, mediante un cambio en el sistema de penalización.

“No compartimos esta idea [de incrementar la penalización de la jubilación anticipada de las pensiones más altas] porque los salarios más altos cotizan por mayor cantidad a la Seguridad Social”, dijo Sordo, recordando así que el sistema español de pensiones se rige por el llamado principio de contributividad, que ofrece mayores pensiones a quienes más contribuyen.

En su lugar, CCOO se mostró partidario de elevar los topes a la cotización de los salarios más altos, aunque esto signifique luego reconocer una mayor pensión, por encima de la actual pensión máxima.

Vuelve a escena la esperanza de vida

La prioridad expresada por UGT y CCOO es que el Gobierno se deshaga de la reforma Rajoy de 2013, que implantó un sistema alternativo de actualización anual, en lugar del IPC, y un llamado factor de sostenibilidad, que no llegó nunca a aplicarse pero que ligaba la cuantía de las nuevas pensiones a la esperanza de vida.

Esta ligazón entre la esperanza de vida y la cuantía de la pensión ha vuelto a aparecer en el debate sobre el futuro del sistema de pensiones, tras su inclusión en los planes de reforma presentados ayer por el Ejecutivo.

Un documento donde se detallan las reformas e inversiones previstas para los próximos meses, y que, aun siendo una versión distinta de la que se enviará a Bruselas en quince días, contiene referencias explícitas a esta rebaja ligada a la esperanza de vida, así como otro elemento polémico, como es el incremento del período de cálculo de la pensión.

En el primer caso, el del vínculo entre la pensión y la esperanza de vida, diversas estimaciones sitúan la rebaja de la cuantía de las pensiones entre un 12% y un 30%, según el autor de la previsión; mientras que en el segundo caso, la ampliación del período de cálculo también significaría una rebaja de la pensión, según muchos expertos; algo que niega Escrivá.