A falta de caddie, estos dispositivos, además de las funciones de un reloj convencional, proporcionan información precisa de los metros que nos faltan para llegar al green. Y lo más importante: cuántos metros hemos hecho con el drive o cualquier otro palo. Dos funciones imprescindibles para elegir la madera o el hierro más adecuado en cada golpe. Además indican el número, los metros y el par de cada hoyo, unos datos que se pueden consultar durante el recorrido hacia la bandera aunque nos hayamos dejado la tarjeta en la bolsa de los palos o el volante del buggy.

El último reloj con GPS para golfistas que acaba de llegar al mercado está orientado, por el color, sobre todo a mujeres y a los jugadores más jóvenes: es el Approach S1W, de Garmin, una versión en blanco del anterior modelo (Approach S1). Como su antecesor, el dispositivo es capaz de calcular la distancia hasta el green a cada golpe y cuenta los kilómetros recorridos por el jugador. Calcula siempre tres distancias al hoyo: al principio, a la mitad y al final del green. Cuenta con 7.000 campos europeos precargados, por lo que podemos llevarlo de viaje (además, la hora se actualiza de forma automática). Su batería recargable ofrece una autonomía de ocho horas, tiempo más que suficiente para un campo de 18 hoyos. En el modo sin GPS dura tres semanas. Su precio, 199 euros.

También se comercializan dispositivos con GPS para golfistas de bolsillo. Con ellos se pierde la comodidad de llevarlo en la muñeca pero se gana en funciones por tener una pantalla más grande y táctil. Por ejemplo, muestran la posición exacta del jugador en un mapa; indican la distancia exacta hasta un punto con solo tocar éste en la pantalla; o sustituyen a la tarjeta porque guardan la puntuación.