La compañía de ciberseguridad Avant estima que se ha producido un aumento del 145% en el uso de aplicaciones de ciberacoso y espionaje (conocidas como ‘stalkerware’ y ‘spyware’) en los dos primeros meses de 2021, en comparación con el mismo período del ejercicio precedente, cuando aún no había estallado la pandemia ni se habían impuesto medidas de confinamiento.

El ‘stalkerware’ es un ‘software’ que permite rastrear la ubicación de una persona sin su conocimiento y sin su consentimiento, y es muy utilizando en situaciones de violencia machista en matrimonios y parejas. El acosador o el espía puede acceder a las fotos, vídeos, correos electrónicos y otras comunicaciones realizadas a través de aplicaciones personales de la víctima, como WhatsApp y Facebook, así como escuchar las llamadas telefónicas y realizar grabaciones encubiertas de las conversaciones a través de Internet.

En el último año, la compañía ha protegido a 2.782 usuarios en España de aplicaciones capaces de espiar, y a 165.049 en todo el mundo.

Jaya Baloo, CISO de Avast, denuncia que el ‘stalkerware’ «es una forma de abuso tecnológico, una amenaza creciente que arrebata la libertad física y ‘online’ de la víctima» y explica que «normalmente es instalado en los teléfonos móviles en secreto por supuestos amigos, parejas celosas y ex-parejas».

E España, del 1 de marzo al 15 de abril de 2020, el momento álgido de los confinamientos, se multiplicaron por 650% las consultas ‘online’ al número de atención a víctimas de violencia, según datos del Instituto de la Mujer.

Avast forma parte de la Coalition Against Stalkerware (Coalición contra el Stalkerware), una organización comprometida con la lucha contra la violencia machista y el acoso, abordando el uso de stalkerware y concienciando a la sociedad sobre este problema. Solo en 2019, los investigadores de amenazas móviles de la firma de ciberseguridad identificaron y trabajaron para eliminar ocho aplicaciones de ‘stalkerware’ de la Google Play Store.