El Gobierno destinará una inversión de 2.000 millones de euros procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, a la modernización de la formación profesional (FP) y la formación ocupacional. El objetivo es incrementar el número de alumnos que cursan FP, especialmente los ciclos de gradio medio. Y promover la enseñanza masiva de competencias digitales entre la población ocupada y desempleada, según figura en el componente 20 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia enviado por el Ejecutivo a Bruselas.

La inversión total estimada sobrepasa los 2.000 millones de euros en tres años, repartidos en algo más de 500 millones en 2021; 775 millones en 2022; y finalmente 770 millones en 2023.

Se pretende reducir el abandono escolar, fomentar la innovación y mejorar la conexión entre el sistema de formación y la empresa; con una especial atención dedicada a la digitalización y a la transición energética, hacia formas más limpias de energía.

La idea es que se incrementen el número de personas con formación media, y baje drásticamente el porcentaje de quienes poseen formación muy baja, que suponen actualmente un 35% de la población activa y que el plan aspira a dejar en apenas un 15% en tres años.

Para ello se tratará de estrechar la ligazón que une los institutos de formación profesional (FP) con la otra pata del sistema, el de formación ocupacional o para el empleo, donde reciben cursos parados y ocupados.

Los nuevos empleos requerirán esta formación media o superior. Hasta el punto de que, en pocos años, apenas un 16% del empleo total estará destinado a personas con bajo nivel de cualificación; en tanto que la mitad de todos los empleos requerirán niveles intermedios de cualificación; es decir, técnicos y técnicos superiores de formación profesional.

El plan también aspira a rebajar el número de quienes abandonan el colegio con ninguna titulación, el llamado fracaso escolar, que ahora afecta en España al 16%, muy por encima de otros países del entorno.

El grueso de la inversión se dedicará a acreditar competencias profesionales de tres millones de personas, que han adquirido esa competencia a través de la experiencia laboral; habida cuenta de que actualmente cerca de la mitad de la población carece de una acreditación de sus competencias profesionales.

También se pretende formar a 375.000 trabajadores en activo en competencias digitales; mejorar la cualificación de casi 720.000 personas ocupadas y desempleadas; abrir 2.250 aulas en pueblos donde hay poca o nula oferta de formación profesional; las llamadas aulas mentor, que se sumarían a otras aulas de este tipo creadas en años anteriores.

Crear cincuenta centros de excelencia, que gracias a su mejor dotación material actúen como tractores del sistema, probando los programas más innovadores. Publicar 56 nuevas titulaciones de formación profesional, y utilizar 640 aulas de FP como aulas de digitalización aplicada. Incorporar el bilingüismo con la creación de 3.700 grupos bilingües de grado medio y superior.

Estas actuaciones están en parte incluidas en el plan de modernización de la formación profesional que presentó en julio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y continúa las acciones iniciadas ya en 2020, como la creación de cinco cursos de especialización, dos títulos de grado medio y un currículo de grado superior desde 2020.

Entre 2021 y 2023 se crearán 60 titulaciones nuevas, a un ritmo de 20 titulaciones por año, con especial atención a la formación profesional dual, que combina la enseñanza en el aula con las prácticas en empresas.

España ocupa un mal lugar en cuanto a la formación de la población activa, el 61 de la lista elaborada por el Foro Económico Mundial. Nuestro país dedica en torno a 17 horas de formación por trabajador y año; mientras que otros países como Alemania invierten 50 horas, cifra que llega hasta las 85 horas en el caso de las empresas líderes del mundo.

Más de 100.000 nuevos estudiantes en ciclos de grado medio

El plan pretende incrementar de forma significativa el número de plazas, especialmente en el grado medio; en parte gracias al incremento sostenido de la matrícula en estas titulaciones y en las superiores, que detraen recursos del Bachiller.

En 2023, el plan prevé que existan unos 650.000 estudiantes de Bachillerato; unos 475.000 en los ciclos de grado medio de FP, y unos 467.000 en los ciclos de grado superior de FP.

Así, el plan incrementaría en algo más de 100.000 el número de estudiantes de ciclos de grado medio, y unos 30.000 los de grado superior.