Fiel a su cita, con la llegada de la primavera, el icónico vino gallego Santiago Ruiz ofrece su nueva añada, como viene haciendo desde hace más de 30 años.

Se trata de un vino «joven, pero no recién nacido», en su óptimo momento de disfrute, como solía decir su creador Santiago Ruiz, reconocido como el «Padre del albariño».

Como es también costumbre en los vinos de Santiago Ruiz, la añada 2020 aúna la esencia de las variedades autóctonas con las que se elabora, que proceden de su viñedo propio de 38 hectáreas situado próximo a la desembocadura del río Miño.

Allí se llevan a cabo prácticas de viticultura sostenibles para proteger su ecosistema nativo, fomentando el desarrollo de la flora nativa y preservando la vida silvestre eliminando pesticidas y herbicidas.

Su singular etiqueta fue creada hace más de 30 años por Isabel Ruiz, la hija mayor de Santiago. Celebraba su boda en la finca familiar, y para ayudar a los invitados a llegar hasta la bodega de San Miguel de Tabagón, decidió dibujar un mapa, que ha quedado para la posteridad como etiqueta de Santiago Ruiz.

Un vino emblemático que, bajo la atenta supervisión de Rosa Ruiz, hija del fundador, continúa trasmitiendo el espíritu de su creador en cada añada.

Es la forma que tiene la bodega de celebrar la primavera en estos tiempos de pandemia. El Santiago Ruiz 2020 se disfruta doblemente tras un año tan difícil, si acompañamos tan icónico y sostenible vino con una selección de verduras de temporada recién salidas de la huerta riojana, que no tiene nada que envidiar a la gallega.

Esa combinación de verduras y vino no solamente es ecológica, sino que permite rendir un tributo al trabajo en el campo, a la Naturaleza, a la tierra y a sus productos.

El resultado es un vino de color amarillo pajizo con reflejos verdosos. En nariz es intenso, fresco y complejo combinando las notas de fruta blanca (pera de agua, manzana, pera, chirimoya) y cítricos (limón, pomelo) con toques balsámicos, anisados y minerales. En boca es complejo, de entrada golosa, con cuerpo y predominio de las notas cítricas.

La combinación de las cinco variedades autóctonas -Albariño, Loureiro, Treixadura, Godello y Caiño Blanco- le aporta una extraordinaria complejidad, y permite asegurar que evolucionará en botella muy positivamente en los próximos meses.

Aunque lo hayamos combinado con magníficas verduras de La Rioja, el Santiago Ruiz 2020 acompaña perfectamente al marisco y al pescado en general (mejor sin son autóctonos). También, a los arroces, y a las carnes blancas. Incluso casa muy bien con las variopintas comidas asiáticas.

Este nueva añada del icónico vino galleo es ideal como aperitivo y para disfrutar con quesos frescos y postres ligeros.

En todas las combinaciones, es recomendable servirlo entre 10 y 11 º C. Y siempre, consumirlo con moderación.

La consolidación de la cuarta generación

Este Santiago Ruiz 2020 viene a ser también la constatación de la consolidación de la cuarta generación de una familia dedicada al vino. Dicen que es la generación crítica, ya que muchas empresas familiares terminan desapareciendo cuando son los biznietos los que se hacen cargo de ellas.

No es el caso de Santiago Ruiz. Primero fue el abuelo Ángel, que comienza a elaborar vinos blancos allá por 1860, y termina fundando su propia bodega. Esta pasión la hereda su nieto, Santiago Ruiz, quien, tras su jubilación, decide dedicarse por completo a la tradición de sus antepasados, al vino. Así, en 1984, inaugura la bodega que lleva su nombre.

En la actualidad, su legado continúa de la mano de su hija menor, Rosa Ruiz, que ha sabido conjugar el difícil equilibrio entre la tradición conservada a lo largo de generaciones con los últimos avances para asegurar y preservar la singularidad y el carácter de sus vinos. Muchas bodegas familiares, con muy buenos vinos, se ha quedado por el camino. Los Ruiz, no.