Ahora parece que Pedo Sánchez le han entrado prisas para indultar a unos presos que cada vez tienen más argumentos para ser considerados políticos. Uno no puede menos que preguntarse el porqué después de tantos meses aletargando la decisión ahora le vienen las urgencias.

Una respuesta fácil sería el de garantizar el respaldo parlamentario de las fuerzas nacionalistas que le permita agotar la legislatura con una cierta tranquilidad ante las corrosivas políticas de oposición que emanan de la derecha y ultraderecha.

Podría ser una razón pero puede ser demasiado simple. También hay otra no menos poderosa ante el deterioro que sufre la justicia española tanto en el interior como a nivel internacional. No deja de ser curioso que el abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boyé, se apresure a valorar que los reveses que las decisiones judiciales de diferentes organismos europeos que va cosechando España son descalificaciones de nuestros órganos judiciales y no del Gobierno. En este sentido compra la división de poderes y salva a Pedro Sánchez y a su ejecutivo, máxime cuando por fin los presos han agotado los recursos en los tribunales españoles tras permanecer años almacenando polvo y se les abren las puertas a los tribunales europeos.

Los independentistas catalanes no es que comulguen en exceso (por ser amables) en la Unión Europea pero sí que tienen puestas sus esperanzas en los órganos judiciales comunitarios.

Un periodista catalán – Quico Sallés- titulaba su crónica en “El Món” con un resultado futbolístico: “Exilio, 12; España, 0” y repasaba los diferentes reveses que la justicia española ha ido recibiendo de las jurisdicciones europeas en un momento que Tribunal General de la Unión Europea ha suspendido cautelarísimamente la retirada de la inmunidad parlamentaria a los tres eurodiputados nacionalistas. Esta decisión coincide con el contundente borrador del informe del Comité de Asuntos legales y Comité de Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que ha de ser votada a final de mes en la que compara la justicia española con la turca, pide que España retire las euroórdenes y libere a los presos políticos.

Repasa Sallés la trayectoria desde que Bélgica no atendió la petición de extradición de los políticos catalanes, ail igual que Escocia, y abrió un largo proceso judicial hasta la detencion de Puigdemont e Alemania para ser puesto en libertad por el tribuanl de Shleswing Holstein. Recueda que el recurso de Jonqueras para ser reconocido como diputado abrió la puerta a que lo fueran Puigdemont, Posatti y Comin. Después vino la decisión de la justicia belga de negar la extradicion de Lluís Puig y ahora el Tribunal General de la UE corrige la decisión del Parlamento de retirarles la inmunidad. Tambien el Grupo de Trabajo de la ONU contra detenciones arbitrarias ha sido muy claro en las detenciones de los presidentes del Omnium y la ANC.

Por todo ello y atendiendo el rumbo que van tomando las decisiones europeas no es descartable que Pedro Sánchez ahora tenga prisa por mover ficha , lavarse la cara con los indultos que es lo que está en su mano y si los tribunales europeos siguen siendo contrarios a los intereses de España sean los tribunales españoles y no el gobierno quien apechugue con las consecuencias