La recuperación económica en China y otros países asiáticos y a ambos lados del Atlántico, pese a que la UE esté oficialmente en recesión, tiene una de sus muestras más relevantes en la trayectoria del consumo de lujo. También, según los analistas, la mayor movilidad de los viajeros que conlleva mejores cifras para el turismo ayudan a estas compañías a elevar ingresos y resultados.

En Bolsa hay euforia para el lujo. El grupo francés LMVH, con una valoración bursátil por más de 335.260 millones de euros, es el líder del EuiroStoxx 50 por ese concepto. Y alcanza su récord esta semana, tras apuntarse este año una subida del 30%. LVMH, propiedad de  la familia Arnault, agrupa 76 marcas, todas destinadas a consumidores de alto nivel en áreas como la joyería, la moda y las bebidas. Controla desde Louis Vuitton, Bulgari, Cristian Dior y Loewe a Hennesy y Dom Pérignon.

En una línea similar se mueven L`Oréal y Hermès, que suben en el mercado bursátil un 23% y un 35%, respectivamente. La primera de estas empresas es un líder mundial en la cosmética con 36 marcas, y está presente en 150 países, mientras que Hermès es una de las compañías más emblemáticas en productos de cuero y está presente también en moda.

Todas, al igual que otras empresas como Richemont y Kering, resistieron en Bolsa mejor que otros valores, después del batacazo de los meses de febrero y marzo del año pasado. Los expertos de sociedades den Bolsa o bancos de inversión, asimismo, los gestores de fondos y otras entidades de inversión colectiva confían en que estas compañías presentaran sólidos beneficios en este ejercicio.

La empresa suiza Richemont, especializada en relojes, joyas, moda e instrumentos para la escritura, agrupa marcas carismáticas como Cartier, Montblanc, Jaeger-LaCoultre, Chloé o Piaget.  La valoración de la compañía Kering marca récord de cotización en Bolsa desde hace más de cinco años. Si bien opera en áreas destinadas al gran público, François-Henri Pinault controla, asimismo, Gucci, Yves Saint-Laurent, Bottega o Balenciaga.