La compañía de hemoderivados Grifols se dispara en Bolsa, ha llegado a subir un 16% este viernes y ha cerrado con un alza cercana al 9% (cotiza en el entorno de los 24 euros), y los analistas coinciden en adjudicar este comportamiento al revés sufrido por otra farmacéutica que opera en un segmento similar. Una de sus rivales la estadounidense Vertex Pharmaceuticals ha anunciado que abandona los ensayos, que estaban en la fase final de desarrollo, de su fármaco VX-864, destinado a tratar la deficiencia de alfa 1 antitripsina (proteína que protege los pulmones y el hígado).

La citada deficiencia es uno de los trastornos hereditarios que más se producen, y esta enfermedad genética es una de las primeras causas por  las que los niños pueden necesitar un trasplante de hígado. Puede ser causa además de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). Vertex reconoce en un comunicado que los ensayos en fase II no habían mostrado beneficios clínicos sustanciales para los pacientes.

Los derivados del plasma es uno de los productos básicos para el grupo catalán y que aporta más a la facturación global, junto a las inmunoglobulinas y las albúminas. En este contexto, los analistas de Banco Sabadell destacan que el producto ahora abandonado por Vertex era una «amenaza» para Grifols.

No es la primera vez que Grifols se beneficia en Bolsa por un fracaso de la biotecnológica estadounidense en esta compleja, competitiva industria, casi siempre muy volátil en Bolsa. Al contrario que Grifols, los datos sobre las acciones de Vertex, que cotiza en el tecnológico Nasdap, proyectan una caída de dos dígitos.

Este avance coincide, asimismo, con el anuncio de Grifols respecto a la estrategia que ha diseñado para cumplir con objetivos financieros. La multinacional ha señalado que estudia la venta de activos no estratégicos, con el fin de mejorar márgenes y reducir endeudamiento. La información surge de las reuniones que la cúpula ha mantenido con analistas.