El mercado espera una indicación de la Fed sobre el inicio de la reducción de los estímulos

15/06/2021

Miguel Ángel Valero. Capital Group y Ebury coinciden en pronosticar que la Reserva Federal empezará a plantearse una subida de los tipos de interésen 2023, antes de lo previsto (en marzo se hablaba de 2024). También vaticinan que comenzará a debatirse un calendario para la reducción de las compras de activos, aunque no se anuncie hasta septiembre.

La inflación está aumentando de manera considerable conforme las economías se van reabriendo y la oferta intenta satisfacer el aumento de la demanda. Entre las economías avanzadas, EE.UU. es donde más evidente se hace esta situación, lo que puede suponer un quebradero de cabeza para los responsables de la política económica.

La reunión de junio del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) se produce cuando la tasa de inflación interanual en EEUU  se sitúa ahora en el 5%, el ritmo de crecimiento anual más rápido desde 2008. En mayo, la inflación subyacente, menos volátil, se elevó a su nivel más alto en 29 años, al 3,8%. La tasa anualizada de tres meses del IPC subyacente se sitúa ahora en un impresionante 8,3%.

Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan y Roman Ziruk, de Ebury, consideran que «hasta ahora los miembros del FOMC han adoptado una actitud relajada ante el aumento de la presión inflacionista, y la mayoría ha manifestado que el repunte de los precios será probablemente temporal».

«Los datos macroeconómicos de EE.UU. desde la última reunión del FOMC han sido en general positivos, lo que creemos que dará lugar a una evaluación menos pesimista que en abril. Los inversores estarán atentos a cualquier indicación que apunte a que el banco está considerando reducir el ritmo de las compras de activos. Cabe la posibilidad de que el presidente Jerome Powell anuncie que el consejo ya ha comenzado a debatir un calendario para la reducción de las compras, pero es poco probable que se produzca un anuncio oficial hasta finales de año (posiblemente en septiembre)», apuntan.

«En vista de las recientes sorpresas alcistas de la inflación, creemos que la Fed también anunciará el miércoles una considerable corrección al alza de sus previsiones de inflación para 2021, con ligeros aumentos de sus previsiones a más largo plazo», añaden estos expertos.

Sin embargo, para Ebury la principal novedad de la reunión será la actualización de las estimaciones de los tipos de interés de la Reserva Federal. «Aunque pensamos que la mayoría de los miembros de la Fed estarán decididos a mantener los tipos de interés hasta que vean señales de un aumento sostenido de los precios, también esperamos que algunos miembros con derecho a voto mejoren sus pronósticos sobre los tipos. Esto probablemente se traduzca en un punto medio que muestre subidas antes de finales de 2023, frente a las previsiones de marzo que señalaban que no habría subidas hasta 2024″, vaticinan.

«En general, esperamos que el comunicado de la Fed y la rueda de prensa del presidente Powell tengan un tono ligeramente menos suave que en abril. En cuanto a la reacción del mercado de divisas, cualquier indicación de Powell que apunte a que el banco está estudiando un calendario para reducir su programa de Expansión Cuantitativa (Quatitative Easing) podría ser positiva para el dólar. Además, una mejora considerable de las previsiones de inflación y de tipos de interés del banco también podría provocar un repunte del dólar y, por tanto, consideramos que el dólar se inclina más hacia un escenario positivo», concluyen.

Capital Group cree que se adelantará la subida de tipos a 2023

Jared Franz, economista estadounidense de Capital Group, Tim Ng, gestor de renta fija y miembro del equipo de tipos de interés, y Jeremy Cunningham, investment director, analizan las perspectivas de la inflación en EEUU: «Aun cuando la tendencia mensual de la inflación se desacelere al 0,15%, ligeramente por debajo de la tendencia previa a la pandemia, pensamos que la variación anual del IPC subyacente (que excluye los precios de los alimentos y la energía) se situará por encima del 2,5% al menos durante el próximo año. Es muy probable que la tendencia mensual se sitúe muy por encima del 0,15% en los próximos meses»

Esto implica que el aumento interanual del índice de gastos en consumo personal podría acelerarse por encima del 2,25% y mantenerse en ese nivel durante un periodo de tiempo prolongado. «En definitiva, nos encontramos en el objetivo de inflación de la Reserva Federal. Aunque aún se tienen que registrar avances significativos en el ámbito laboral, los datos de inflación correspondientes al mes de abril aumentan la probabilidad de que la Reserva Federal decida reducir sus programas de compras de activos antes de lo previsto. Por lo tanto, pensamos que los rendimientos del tramo medio de la curva (los títulos del Tesoro a cinco y siete años) deberán aumentar para reflejar esta mayor probabilidad», señalan estos expertos.

«Todo ello podría adelantar la subida de tipos de interés, que en la actualidad se prevé, como mínimo, para 2023. Al menos por el momento, aún es pronto para adelantar dicha fecha: los datos son demasiado volátiles y las perspectivas demasiado inciertas como para que la Reserva Federal decida realizar ajustes importantes. Lo que estamos viendo no se debe a un ciclo virtuoso de inflación impulsada por la demanda de mano de obra, sino a la reapertura de las economías y los cuellos de botella de las cadenas de suministro, que, en nuestra opinión, tienen carácter transitorio», argumentan estos expertos

«Si los datos de empleo comenzaran a mejorar de forma significativa (y se redujera la cifra sin precedentes registrada en el mes de marzo, con ocho millones de empleos sin cubrir), se aprobaran nuevas medidas de estímulo fiscal y la tendencia de la inflación subyacente superara el 2,5%, la Reserva Federal se plantearía la posibilidad de reducir sus programas de compras de activos y subir los tipos de interés antes de lo previsto. Sin embargo, conviene recordar que la entidad desea que la inflación alcance el objetivo del 2% o que incluso lo supere, y también persigue una mejora amplia e inclusiva del empleo», argumentan estos expertos..

«Por lo tanto, el reajuste de la inflación en niveles más elevados coincide con los objetivos a largo plazo del banco central», añaden. «Conviene también recordar que, en 2011, tras la crisis financiera mundial, la inflación no superó el 3% durante mucho tiempo por la aparición de una serie de imprevistos negativos que se produjeron tras la crisis, lo que podría volver a ocurrir», remarcan los expertos de Capital Group.

El Banco de Inglaterra y el Banco de Canadá ya han anunciado el cese gradual de sus medidas de estímulo. «Tras su última reunión, el BCE anunció que no realizaría cambios en su política monetaria, pero resulta evidente que existe una creciente división entre los miembros del consejo que piensan que es necesario intensificar aún más la orientación expansiva de dicha política y aquellos que consideran que la entidad tendrá que comenzar pronto a preparar a los mercados para una futura retirada del programa de compras», avisan.

 

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