La pandemia facilita que un 86% de las mujeres (y el 33% de los hombres) reciba mensajes eróticos no deseados

16/06/2021

Miguel Ángel Valero.

Las discotecas con restricciones y el distanciamiento social no son precisamente las mejores condiciones para ligar y es por eso que las alternativas digitales están en alza. Los mensajes eróticos a través del smartphone, videollamadas subidas de tono o mensajes de voz de lo más sensuales pero, ¿ha aumentado realmente el sexting desde el inicio de la pandemia? ¿es una práctica realmente segura?

JOYclub, comunidad con más de 3 millones de miembros dirigida a todos aquellos que quieren disfrutar de una sexualidad abierta, fortalecer la autoconfianza sexual y unir a las personas sexualmente liberadas para vivir auténticos intercambios y experiencias placenteras reales, trata de responder a esas preguntas.

El 20,2% de los españoles reconocen que ha enviado mensajes eróticos con más frecuencia durante la pandemia.

El sexting es una práctica muy popular, independientemente del género. El 84% de los españoles admite haber enviado algún tipo de mensaje de contenido sexual con el fin de excitarse a sí mismo y a la persona que se le envía. De ese porcentaje, un 82%, además de mensajes de texto subidos de tono, también ha compartido fotos o vídeos explícitos de sí mismo.

Las diferencias entre hombres y mujeres a la hora de practicar sexting surgen en la forma en que los sexos conversan entre sí. A las mujeres son fieles al lema ‘menos es más’. Un 55% afirma que prefiere un contenido menos explícito, que deje volar la imaginación mientras que los hombres (59%) se inclinan por compartir textos, audios, fotos y vídeos más reveladores.

Sin embargo, no todo el sexting es siempre consentido. En ese sentido, el 86% de las mujeres afirma haber recibido mensajes eróticos no deseados, una cifra que se reduce a un tercio en el caso de los hombres.

Internet nunca olvida y es que, una vez que se ha enviado una foto subida de tono, por lo general, no se puede recuperar y, por tanto, es imposible controlar su distribución. Los expertos en protección de datos aconsejan abstenerse de enviar fotos y vídeos eróticos o, al menos, mantener el anonimato y no mostrar la cara, por ejemplo.

Los españoles practicantes del sexting  parecen ser muy conscientes de este problema. Sin embargo, hay una gran diferencia si el destinatario es la propia pareja o un lío de una noche. Así, al enviar imágenes o vídeos subidos de tono a la pareja, el 38% se asegura de que no se vea ninguna cara. Cifra que aumenta considerablemente cuando se practica sexting con una relación esporádica, un 76 % intenta mantener el anonimato.

Quien quiera practicar sexting con otra persona que no sea su pareja sin que ésta se entere debe tener cuidado. El 22% de las mujeres y el 15% de los hombres declararon que habían pillado a su pareja teniendo sexting con otra persona. Sin embargo, esto no tiene por qué desembocar en una ruptura. Solo el 28% describe el sexting en secreto por parte de su pareja como un engaño o traición.

“Aunque hay que ser consciente de los riesgos que puede conllevar el sexting, se trata de una práctica que puede abrir nuevos horizontes sexuales en la pareja. Ya estés cerca o lejos de tu compañero, los contenidos subidos de tono a través de tu móvil o cualquier otro dispositivo pueden servir para salir de la rutina de una forma divertida y abrir nuevos horizontes sexuales para nunca dejar de sorprenderte”, aporta Manuel Binternagel, portavoz de JOYclub.

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