El 15,4% de las pymes aumentará su plantilla, el 74,9% la mantendrá y el 9,6% la reducirá

17/06/2021

diarioabierto.es. Según un informe del Consejo General de Economistas y la Faedpyme.

Se ha presentado el Informe pyme 2021: impacto económico de la COVID-19 sobre la pyme en España, un trabajo que refleja la situación real de las pymes españolas y los problemas a los que deben hacer frente. Realizado por el Consejo General de Economistas (CGE) y la Fundación para el Análisis Estratégico y Desarrollo de la Pyme (Faedpyme), con la colaboración de la Cámara de Comercio de España, se ha elaborado con los datos aportados por 960 empresas. Este trabajo pretende ser de gran utilidad para identificar las principales áreas de acción a las que destinar recursos, con objeto de dinamizar la actividad productiva, planificar estrategias a seguir e incrementar la competitividad del tejido de pequeñas y medianas empresas.

Si bien el informe refleja una cierta mejora de las expectativas de empleo de las pymes para este año, no hay que olvidar que en 2020 se destruyeron más de 600.000 empleos –sin contabilizar los 700.000 trabajadores que aún se encuentran en ERTE–, por lo que el dato de que sólo un 15% de los encuestados prevea crear empleo en 2021 resulta bastante desalentador, si tenemos en cuenta la caída experimentada el año pasado”, ha dicho durante la presentación Valentín Pich, presidente del CGE. En su opinión, “parece necesario que las empresas en ERTE sigan contando con un apoyo adicional durante un tiempo –en forma de ayudas directas y mediante la disminución de impuestos y tasas– para evitar su destrucción”. Entre las medidas recogidas en el informe para favorecer la salida de la crisis, Pich ha destacado dos: ayudas para la internacionalización e incentivos a la innovación, especialmente en el ámbito de la digitalización. En total, los autores proponen siete palancas estratégicas en las que incidir para mejorar el tejido empresarial español, constituido en su mayoría por pymes.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ha destacado: No habrá reconstrucción ni transformación del modelo económico sin poner el foco en las pymes”. Domingo García y Salvador Marín, coordinadores del informe, junto con Francisco Somohano, han enfatizado que las pymes han sufrido los estragos de la crisis de manera virulenta, y que aquellas que más lo han sufrido son, lógicamente, las que se acogieron a ERTE/ERE. Y han coincidido al afirmar que son las que peores expectativas esperan para 2021, mientras que las empresas que tienen unas expectativas más favorables serían las medianas (aunque únicamente el 28,7% tienen expectativas de crear empleo, después de venir de caídas importantes), las empresas no acogidas a un ERTE/ERE, las empresas maduras, y las empresas de los sectores de construcción y comercio.

Marín y García han señalado: “Aunque para el año 2021, lógicamente las expectativas de ventas para el segundo semestre mejoran las manifestadas para el primer semestre, estas estarían aún muy lejanas de la recuperación previa a la crisis, deberían tener más capacidad de crecimiento en función de la caída experimentada. Estas subidas serán claramente insuficientes y un espejismo de recuperación si no vienen acompañas de un apoyo real y directo al tejido productivo de la pyme, vía acceso real a los fondos Next Generation u otros”.

Indicadores para una hoja de ruta
El Informe pyme 2021 se enviará a los ministerios y demás organismos de las Administraciones públicas, pues se considera servirá para diseñar las políticas de apoyo a la pyme, incluido el enfoque o asignación de los denominados fondos Next Generation EU. Este informe, que podría ayudar a discernir en qué se deberían centrar los esfuerzos y decisiones para el desarrollo efectivo de su actividad futura, recoge estos indicadores económicos y financieros:

  • Nivel de facturación: se vio afectado negativamente en el 64,3% de las pymes, con un grado de importancia de 3,28 (en una escala de 1 a 5).
  • Rentabilidad: su evolución ha sido negativa en el 62,2% de las empresas, con un grado de importancia de 3,26.
  • Nivel de deuda: en el 41,3% de las empresas evolucionó negativamente, con un grado de importancia de 3,04.
  • Nivel de liquidez: el 44,9% de pymes confirma un comportamiento negativo, con un impacto de 2,91.
  • Realización de inversiones: el 49,9% de las empresas redujeron sus inversiones (importancia media de 3,29).

El informe muestra que la situación provocada por la Covid-19 impactó de manera más negativa en las microempresas, en aquellas empresas acogidas a un ERTE/ERE, en las empresas de 10 años o menos (jóvenes) y en las pymes pertenecientes a los sectores industrial y de servicios. Por el contrario, también existen empresas que han mejorado su situación durante este periodo de pandemia. Así, el 18,6% de las pymes confirma que la crisis generó un impacto positivo sobre su productividad, el 17,6% de las empresas afirma haber experimentado una mejora de su rentabilidad y el 16,3% registró una evolución positiva de su nivel de facturación. Estas son otras conclusiones relevantes:

♦ Empleo. El 25,2% de las pymes redujeron su empleo en 2020 con relación al 2019, un 62,5% lo mantuvo y un 12,3% lo aumentó. Las empresas que tuvieron un peor comportamiento en cuanto a la evolución del empleo en 2020 fueron las microempresas y pequeñas empresas con un saldo de evolución negativo (-17,2 y -14,8 puntos porcentuales, respectivamente). En el caso de las empresas medianas este saldo fue positivo (10,5). El saldo de evolución, se calcula como la diferencia entre el porcentaje de las empresas que aumentan el empleo y el porcentaje de ellas que lo reduce.

Asimismo, las empresas acogidas a un ERTE/ERE experimentaron una evolución más desfavorable. El 33,3% de ellas redujo su empleo en 2020. Por sectores las empresas de servicios registraron un saldo de evolución negativo, de -16,5 puntos porcentuales.

Las expectativas de empleo para 2021 resultan más favorables. El 15,4% de las pymes señalaron que aumentará su empleo, el 74,9% lo mantendrá y 9,6% lo disminuirá. Las empresas que tienen unas expectativas más favorables son: las empresas medianas (el 28,7% tienen expectativas de crear empleo), las empresas no acogidas a un ERTE/ERE, las empresas maduras, y las empresas de los sectores de construcción y comercio.

♦ Ventas. La pandemia ha provocado una muy importante caída de los ingresos en muchas de las empresas españolas. El 52,6% señala haber reducido sus ventas en 2020, el 26,1% consiguió mantenerlas y un 21,3% las aumentó. El promedio de reducción de las ventas se situó en un -12,8%.

El segmento de tamaño donde tuvo un mayor impacto la caída de las ventas fueron las microempresas (60,8% redujo sus ventas). Por otro lado, esta reducción de las ventas también fue más intensa entre las pymes acogidas a un ERTE/ERE (71,6% redujo sus ventas).

Para el año 2021, las expectativas de ventas para el segundo semestre mejoran las manifestadas para el primer semestre, pero aún deberían tener más capacidad de crecimiento en función de la caída experimentada. Así, en el primer semestre el 25,0% de las empresas considera que sus ventas aumentarán (37,5% prevé que aumenten en el segundo semestre), mientras que esperan una disminución de las ventas en el primer trimestre el 22,6% de las empresas (15% prevé una disminución en el segundo semestre). Las expectativas de ventas más favorables para 2021 las presentan las empresas medianas, las que tienen una edad superior a los 10 años (empresas maduras) y las pertenecientes al sector comercio.

 Internacionalización. El 24,3% de las empresas encuestadas exportó a lo largo de 2020. El peso de las ventas en mercados internacionales sobre el total de ventas de las empresas exportadoras fue del 36,7%. Con todo, la crisis afectó a la internacionalización. Más concretamente, el 47,2% de las empresas afirmó haber registrado un impacto negativo en su nivel de facturación en el exterior. También se vio afectado el número de países de destino de las exportaciones. El 30,6% de las empresas indicó una reducción del número de países de destino de sus ventas como consecuencia de la pandemia, con un grado de importancia de 3,62.

Por el contrario, el 14,0% de las empresas encuestadas señala que su nivel de facturación en los mercados internacionales se incrementó. El 11,1% amplió el número de países de destino en su internacionalización.

Impacto organizacional
La crisis sanitaria también ha impactado en la gestión empresarial. Las distintas actividades de gestión se han clasificado en tres grupos:

  • Actividades con clientes y proveedores. La crisis ha impactado, principalmente, en la cadena de suministros de la empresa (grado de importancia 3,26 en una escala de 1 a 5). Los ámbitos de gestión con clientes y proveedores menos afectados han sido los plazos de pago de los clientes que se han hecho más largos (2,53), la cancelación de pedidos por parte de los clientes (2,50), los proveedores han endurecido sus condiciones de pago (2,28) y pérdidas por impago de clientes (1,91).
  • Actividades operativas. Las actividades más afectadas han sido la realización de cambios específicos a nivel operativo por parte de las empresas para adaptarse a la situación de la crisis (2,68) y la modificación de la oferta de productos o servicios para abordar nuevos clientes (2,42). Actividades como bajar precios (2,16) o la necesidad de aumentar la subcontratación de las operaciones (1,48), han tenido un impacto muy bajo.
  • Actividades estratégicas. La crisis ha provocado la necesidad de hacer planes de gestión de riesgos o de contingencias (3,19 en una escala de 1 a 5), seguido de la necesidad de adaptar medidas para gestionar la liquidez de la empresa (2,93) y abandonar inversiones previstas (2,45).

Freno a la innovación
La actividad innovadora de las pymes en España ha disminuido como consecuencia de la crisis sanitaria, rompiendo la tendencia favorable experimentada en los años anteriores. Algunos datos que lo corroboran:
♦ El 49,3% de las empresas encuestadas han realizado cambios o mejoras en productos o servicios (83,1% en 2019), y el 43,5% ha comercializado un nuevo producto o servicio (73,1% en 2019).
♦ La actividad desarrollada en la innovación en procesos también ha experimentado una importante ralentización entre las pymes españolas. El 48,4% de las empresas introdujo o llevó a cabo cambios y/o mejoras en los procesos de producción (frente al 80,2% en 2019), o el 53,9% de las pymes adquirió nuevos bienes de equipo (88,3% en 2019).
 La innovación en gestión también ha decaído con respecto al año pasado. El 55,8% de las empresas realizó cambios en la organización relativos a dirección y gestión, el 45,1% en la sección de compras y el 43,4% en el departamento de comercial o ventas. Porcentajes todos ellos claramente por debajo a los obtenidos en 2019.

La financiación, peor para las microempresas
Según el informe, se podría confirmar que el acceso a la financiación no ha sido un problema grave para las pymes durante la pandemia. El 55,9% de las pymes solicitó líneas de financiación de entidades de crédito, el 3,3% no solicitó financiación al no necesitarlo y el 40,3% no solicitó líneas de crédito porque se autofinancian. Adicionalmente, el 0,5% declara que no se ha intentado acceder a líneas de financiación pese a necesitarlo al considerar que serían rechazadas, es decir, se sienten desanimadas (borrower discouragement).

Entre las pymes que han intentado acceder a líneas de financiación, se aprecia cómo el 80,6% de las solicitudes han sido aceptadas por las entidades de crédito en las mismas condiciones que en años anteriores. El 16,9% fueron aceptadas, aunque en peores condiciones. Solo un 1,1% de las pymes que solicitaron financiación declaró que la entidad de crédito rechazó la solicitud o fue la propia empresa la que no aceptó las condiciones. Para el 1,3% de las empresas la solicitud se encuentra en trámite.

La mayoría de las condiciones contractuales entre las entidades financieras y las pymes se han mantenido estables o con una evolución ligeramente desfavorable. Los elementos que mejor han evolucionado son el tiempo de respuesta de la entidad financiera y el volumen de financiación que ofrecen las entidades. Otros factores importantes han sido el plazo exigido para la devolución de la financiación y el tiempo de respuesta de la entidad financiera. Las condiciones que muestran una evolución menos favorable han sido las comisiones, las garantías exigidas y el coste solicitado por la financiación.

Indicadores de rendimiento
Los que las pymes consideran que se han comportado de manera más favorable en relación con sus competidores más directos son: mayor satisfacción de los clientes, menor grado de absentismo laboral, rapidez de la empresa para adaptarse a los cambios del mercado y calidad de sus productos.

Por el contrario, los aspectos menos favorables en relación con sus competidores más directos son: obtención de una rentabilidad adecuada y crecimiento de las ventas. En lugares intermedios se sitúan la mayor satisfacción/motivación de los empleados y mayor eficiencia de los procesos internos.

Más información
⇒ Descargar completo el Informe Pyme 2021: Impacto económico de la COVID-19 sobre la pyme en España. 

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