Yolanda Díaz

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido hoy la necesidad de elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) este y los próximos dos años, hasta alcanzar en 2023 una horquilla de 1.011 euros a 1.049 euros al mes, por catorce pagas; esto es, del 6,4% al 10,4%, tal y como recomiendan los expertos, reunidos por el ministerio, con la ausencia de CEOE, con la idea de fijar el ritmo y el alcance de las subidas.

La ministra, que participó hoy viernes en la presentación del informe de esta Comisión asesora para el análisis del SMI, reiteró que la decisión final sobre la subida del salario mínimo se tomará por el Gobierno, previa consulta con los empresarios y los sindicatos.

En cualquier caso la titular de Trabajo defendió que el salario mínimo suba este año entre 12 y 19 euros al mes; una diferencia que puede suponer para los trabajadores afectados “poder comprar fruta para sus hijos”, dijo, tras reiterar su intención de reunirse con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y vencer las resistencias de este a la subida del SMI.

Legitimidad de la comisión

Díaz ha negado la falta de legitimidad de la comisión de expertos que ha trazado la senda de subidas del SMI, plasmada en tres escenarios, y ha dicho que no encuentra “ningún obstáculo” a la subida en la oposición de la empresarial CEOE.

Según la ministra, la comisión ha contado con una “composición muy plural”, a pesar de que los miembros de CEOE no hayan participado en la elaboración del informe que orientará la subida del SMI hasta 2023.

Pero la oposición de los empresarios no es la única. También parte del Gobierno se opone a la subida en un año marcado por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, la ministra ha enumerado algunas razónes que aconsejan subir la renta; como la subida de la inflación, especialmente de la energía; y la merma del poder adquisitivo que esta subida provoca en las rentas del trabajo de 1,8 millones de ocupados, al margen de la negociación colectiva. Finalmente, ha dicho Díaz, España es de lo pocos países de la UE que no ha subido su salario mínimo “en plena crisis”.

El impacto en la creación de empleo

Por su parte, la relatora de la Comisión asesora para el análisis del SMI, Inmaculada Cebrián, ha justificado la necesidad de comenzar este año la senda de subidas; si bien ha admitido que el comité no ha dispuesto de tiempo suficiente para realizar un estudio de los posibles efectos de la subida del salario mínimo sobre la creación de empleo.

La relatora, que ha pedido una mejora en la agilidad de las estadísticas salariales, ha defendido la decisión de iniciar ya la senda de subidas debido a las buenas perspectivas económicas, que se plasman en la previsión de crecimiento del PIB y de otras variables, como la tasa de paro.

Respecto al informe del Banco de España, que alertó sobre la ralentización en la creación de empleo tras la subida del salario mínimo en 2019, la relatora ha defendido la necesidad de tomar en consideración otras cuestiones, más allá de la creación de empleo, como la distribución de la renta, o la igualdad.

La relatora ha dado la bienvenida al informe del Banco de España, que analiza fuentes de información aparecidas a mitad del año pasado, que el supervisor ha tardado casi un año en analizar.

“Un análisis de impacto, para hacerlo bien, requiere mucho tiempo”, ha señalado. “Por eso nos alegró tanto que llegara el informe del Banco de España”, agregó. “Encontramos el apoyo que necesitábamos”, dice; si bien “queda mucho análisis por hacer”, remató, tras reiterar su petición de mejora de las fuentes estadísticas sobre salarios, y recordando además que el Banco de España en su informe no pudo tomar en cuenta a los trabajadores a tiempo parcial, sino solo a los de jornada completa.

El informe de los expertos, que ahora el Gobierno deberá negociar con empresarios y sindicatos, marca una subida salarial de entre 12 y 19 euros para este 2021, y concentra después el resto de las subidas en 2022 y 2023, hasta alcanzar este último año la horquilla de 1.011 a 1.049 euros, en catorce pagas; lo cual supone una subida de entre 60 y casi cien euros respecto a su nivel actual, 950 euros.