Toda la reacción de los últimos tiempos estaba basada en dos premisas. Una, el inminente rescate de Grecia. Dos, el inminente acuerdo europeo para la recapitalización bancaria y terminar con la crisis de deuda. Pues ni la premisa uno ni la premisa dos. Nada de nada. Grecia aún no ha recibido los 8.000 millones que necesita para no declarar su quiebra a finales de este mes y Alemania sigue tensando la cuerda también respecto a la crisis de deuda. Ahora se descuelga con que «las discusiiones seguirán previsiblemente a lo largo del año 2012». Y, claro, los mercados lo acusan.

El próximo domingo producirá una nueva cumbre europea de la que se esperaba, hasta hoy, que se liberara el pago a Grecia. Pero ahora sabemos que aún queda mucho por hablar, porque el propio ministro alemán de Economía, Wolfgang Schaeuble, ha dicho hoy mismo que «necesitamos una solución duradera para Grecia«, lo que puede ser interpretado como «aún no tenemos una solución duradera para Grecia«.

Y respecto a un acuerdo sobre recapitalización bancaria y resolución de los problemas de la deuda europea, un portavoz de Ángela Merkel ha llamado a los expertos a abandonar su optimismo sugiriendo que la cumbre europea del próximo domingo «no cerrará» una solución definitiva para la crisis de deuda europea.

Ya les conté la semana pasada que el mercado se estaba moviendo en base a expectativas que luego tendrían que confirmarse o no. Es más, ahora les avanzo que mi impresión es que finalmente habrá acuerdo para el rescate griego y que se aproximarán las posiciones sobre la recapitalización bancaria. La apuesta de los índices ha sido demasiado decidida como para que por debajo no haya suficiente caldo de cultivo como para que se confirmen las expectativas. Y, al contrario, si no hay suficieente caldo de cultivo veremos nuevas caídas que dejarán en mantillas todo lo anterior.

Otro aspecto que ahora mismo también hay que tener en cuenta son los resultados empresariales. Philips ha vuelto a las andadas de unos resultados malos, Citi y Air France-KLM los han presentado bastante mejores de lo esperado y Wells Fargo bastante peores de lo previsto. Como ven, hay variedad y de cómo se incline finalmente la balanza va a depender también lo que ocurra en el mercado. Sin buenso resutlados no habrá «ganas» de salir al alza.

En fin, que las dudas persisten y aunque ahora se produzcan en niveles bastante más confortables que hace sólo dos semanas conviene no olvidar que el retroceso puede convertirse en algo mucho peor si los líderes europeos no están a la altura de las circunstancias (no sé por qué seguimos confiando en estos tipos, la verdad). De momento, los índices europeos han comenzado a soltar lastre y han vivido una jornada negativa. El Dax ha caído un 1,81%, el FTSE un 0,54%, el CAC un 1,61% y el Ibex un 1,24%.