Lo anecdótico siempre vende, y el mensaje de que para ahorrar en la factura de la luz habrá que poner las lavadoras de madrugada ha impactado de manera negativa en el público en general, avivando las críticas hacia la nueva tarificación eléctrica.

Sin embargo, es cierto que el bolsillo es un factor fundamental para el consumidor, pero los cambios de tarifas eléctricas que entraron en vigor el 1 de junio van a aportar una serie de ventajas que, entre otras bondades, van a fomentar el ahorro, la eficiencia y el autoconsumo, lo que, a medio plazo, va a resultar beneficioso para todos.

Además, el anuncio del Gobierno de rebajar temporalmente el IVA del 21% al 10% mientras se mantenga el actual periodo de encarecimiento de la factura, principalmente causada por los altos precios del gas, aliviará de manera inmediata el bolsillo de los consumidores. La medida se mantendrá hasta final de año y afectará a quienes tengan contratada una potencia de hasta 10 kW, siempre que el precio medio mensual marcado por el mercado mayorista esté por encima de los 45 euros por MWh.

A las nuevas tarifas y la reducción temporal del IVA hay que sumar que, durante el tercer trimestre del año, se suspenderá el impuesto sobre la producción de energía eléctrica, que supone un 7% de la factura, y que, una vez aprobado el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), este contribuirá a reducir los cargos de la tarifa de acceso.

A estas medidas es previsible que se unan una serie de reformas estructurales que permitan enviar señales claras para avanzar en la sostenibilidad y, por tanto, en la apuesta por la electrificación de nuestra economía. Los cambios de esta envergadura son traumáticos, pero en el caso de la energía eléctrica, necesarios para garantizar el ritmo de entrada de renovables que necesitamos en esta década, así como para la preparación del consumidor para los cambios de vida que se avecinan.

Entre las ventajas que destacan con la entrada en vigor de las nuevas tarifas se encuentran:

1.      Una mayor transparencia

La nueva normativa cambia la forma de calcular y aplicar las tarifas de acceso, concepto que ahora se divide en dos. Por una parte, los peajes de transporte y distribución, que cubren el coste de las redes y que fija la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Por otra, los cargos que fija el Gobierno y que cubren otros costes que, aunque responden a decisiones de política energética o territorial se pagan en la factura, como la retribución de las renovables o el sobrecoste de generación de energía en los territorios no peninsulares.

De esta manera, el consumidor puede ahora conocer e identificar de manera clara y sencilla a qué se destinan los importes que tiene que abonar.

2.     Simplificación de la factura

Con la nueva factura de la luz, todos los consumidores domésticos con PVPC pasan a tener una única tarifa que incluye una discriminación de precios gracias a la creación de tres tramos horarios (punta, medio y llano). Antes de este cambio, el consumidor tenía que optar por una de las tres alternativas existentes, una complejidad innecesaria.

La simplicidad de la factura también se notará en que esta pasa a tener un máximo de dos páginas y, además, incluye un código QR para que el usuario pueda acceder al comparador de ofertas de energía en la web de la CNMC con el fin de encontrar ofertas contractuales más ventajosas.

3.     Más opciones en la contratación de potencia

Ahora se pueden contratar dos potencias diferentes, una para los periodos punta y llano y otra más elevada para el periodo valle. Una opción perfecta, por ejemplo, para quienes carguen por la noche su coche o moto eléctricos, evitando de este modo el abono del sobrecoste que supondría esa potencia extra a lo largo de toda la jornada.

4.     Ajustes de potencia

Nos encontramos en un momento ideal para revisar la potencia eléctrica contratada y ajustarla a las necesidades reales de consumo. Una buena oportunidad para ahorrar si reducimos la potencia contratada, ya que dejaremos de pagar por algo que no usamos. Además, esta modificación podrá realizarse en 2 ocasiones durante los próximos 12 meses sin coste alguno.

5.     Incentivo a la electrificación

La tarificación recién estrenada supone también una respuesta a los nuevos usos eléctricos que aparecen en los hogares. Desde las bombas de calor a la carga de vehículos eléctricos suponen la posibilidad de contratar mayor potencia en los momentos que la necesitamos a un precio menor. La electrificación de las viviendas se encuentra ante su mejor oportunidad.

Asimismo, los nuevos cambios han supuesto un revulsivo en el mercado. Las comercializadoras han actualizado sus ofertas y salido a la búsqueda de nuevos clientes a través de planes que beneficiarán el bolsillo del consumidor.