Mal pintaban las cosas en la apertura de las Bolsas europeas, con bajadas generalizadas de todos los índices en los primeros minutos de operativa pero, como casi siempre en el mercado, nada es como parece a primera vista. Tras unos primeros minutos que recordaron mucho las catastróficas sesiones de la semana pasada, el dinero entró en el mercado y los índices se fueron recuperando paulatinamente.

{destacado}En Londres, las mineras y Rolls Royce empujaban hacia abajo, en París los problemas del Gobierno no dejaban ver los árboles tras el bosque y los índices periféricos, fundamentalmente el  Ibex, eran los encargados de transmitir alguna fortaleza al panorama. Mala cosa que los índices más débiles sean los que tengan que llevar el timón, pero afortunadamente el Dax alemán se puso del lado de los desahuciados, contagiado por el optimismo que transmitía una noticia nada inesperada, los contactos entre Man y Scania para una posible fusión. Y digo “nada inesperada” a conciencia. En Man lleva entrando “mano fuerte” desde hace semanas y estaba claro que algo tenía que pasar, sólo era cuestión de tiempo.

A media mañana, los índices comenzaron a apuntar hacia el norte y hasta el Footsie londinense se sumó a las ganancias, al tiempo que los futuros americanos se sumaban a la fiesta tras la publicación de un aumento de las ventas en comercios en el mes de octubre. La apertura al alza en Wall Street hizo el resto y los índices europeos se apuntaron una jornada de recuperación tras las zozobras de la pasada semana.

Entre los analistas existe la convicción de que el panorama se aclarará a partir de mañana, martes y que Irlanda terminará por pedir un rescate a la UE, a semejanza de lo que hizo Grecia. Un paso más allá, el Royal Bank of Scotland prevé que en un mes el turno de rescate será para Portugal.

En estas condiciones, los más favorecidos son los exportadores alemanes. La bajada del euro por los temores relacionados con Irlanda deja en posición competitiva las exportaciones en euros que, en los últimos tiempos, atravesaban por una época de penurias por la debilidad extrema del dólar, causada con toda intención por un Ben Bernanke que ha puesto a toda máquina la imprenta.

La duda para el inmediato futuro es el riesgo que tienen asumido los bancos alemanes en Irlanda. Ya con el ejemplo griego se vio que la banca teutona había sido escasamente previsora y ahora parece que también van cargados con riesgo de más en Irlanda. No obstante, en el mercado se piensa que si hay rescate, el  Dax volverá a comandar las operaciones en Europa y, recordemos, es el único índice que resistió la gran corrección de abril a junio sin marcar nuevos mínimos, por lo que su fundamento parece sólido.

Al cierre, el Ibex se apuntó unas ganancias del 1,20%, el Dax alemán subió un 0,82%, el CAC parisino remontó hasta cerrar con un avance del 0,86% y el Footsie londinense se quedó algo más rezagado, con una subida del 0,41%.