DGP Legal explica cómo evitar las estafas en la gestión de alquileres vacacionales

19/07/2021

Rodrigo Juez (DPG Legal). Está demostrado que muchas de las estafas consiguen su objetivo gracias a la colaboración humana, por desconocimiento o por negligencia.

Cada vez más personas deciden alquilar un apartamento en verano por Internet. Ofrece numerosas ventajas: es más económico, rápido y tenemos a un solo clic muchísimas opciones. En una encuesta realizada por la OCU, el 72% de los encuestados afirmaba haber encontrado un apartamento para sus vacaciones en Internet.

Pero en la otra cara de la moneda nos encontramos amenazas y peligros que se acentúan en tiempos de crisis, como ocurre con las ciberestafas. En mi opinión, en muchas ocasiones, se deben al factor humano. Está demostrado que muchos de los ataques consiguen su objetivo gracias a la colaboración humana, por desconocimiento o por negligencia. Por ello, es necesario que los usuarios sepan reconocer cuándo pueden estar siendo víctimas de un ataque.

Respecto a los destinos vacacionales, el uso generalizado de las plataformas de alquiler de viviendas para las vacaciones ha supuesto más reclamaciones y demandas de los clientes y ha revelado nuevas fórmulas de estafa más difíciles de detectar. ¿Las más comunes? El pago por adelantado y el phishing.

En los primeros se pide al usuario que haga una transferencia bancaria o un pago por adelantado para asegurar la vivienda, al margen de la plataforma donde se anuncia la vivienda, y le ofrece algún tipo de beneficio extra. Al final, el timador se queda con el dinero sin haber proporcionado el alojamiento. En los mejores casos, encontrarse con una vivienda con características distintas a las del anuncio es la reclamación más habitual de los clientes.

Con el phishing el objetivo es que el usuario revele información personal al estafador, como contraseñas o datos bancarios. En el mundo del alquiler vacacional, a la víctima le llega un correo electrónico o enlace que a primera vista parece de la plataforma o de otro sitio de confianza. De esta forma, el estafador logra engañar al usuario al pedirle información confidencial, como contraseñas u otras direcciones de correo que luego utilizará para acceder al equipo e introducir un software malicioso y hacerse con más información, estafar económicamente a otros huéspedes o utilizar dicha identidad para realizar otras actividades fraudulentas en su nombre.

No obstante, la reclamación más habitual que encontramos, que no se considera estafa, es cuando en la oferta se plantea unas características de la vivienda que no se corresponden con la realidad: fotos manipuladas, que el piso no esté tan próximo a la playa como se promete, un aire acondicionado que no funciona… en general, problemas relacionados con la calidad y que, en ocasiones, son motivos suficientes para cancelar el contrato y que te devuelvan el dinero.

El problema es que, como usuarios, solemos dejarnos llevar por la sensación de estar frente a un chollo y poder ser los primeros en hacernos con él, lo que puede llevarnos a pagar una señal o hacer un pago por adelantado y acabar siendo estafados. Además, es posible que no nos demos cuenta hasta un tiempo más tarde, cuando tratemos de contactar con el anunciante.

Ante cualquiera de estas situaciones es muy importante conservar siempre una copia de la reserva o señal. En el caso de que se solicite una fianza, detallar claramente el concepto, condiciones de su aplicación y que se prevea su devolución. Al igual que en el alquiler de una vivienda, es muy recomendable que se incluya el inventario y el estado en el que se encuentra, que debe ser comprobado antes de firmar.

En cualquier caso, no se debe transferir dinero fuera de la página o aplicación de reserva y comunicarse siempre a través de la plataforma. A la hora de realizar el pago, elegir un medio seguro que proponga la plataforma y permita dejar un rastro o recibo del pago, por ejemplo, Paypal, que también ofrece soporte ante fraudes. Y si es posible, intentar abonar la mínima cantidad posible por la reserva y el resto al haber acudido a visitar la vivienda.

En caso de que te estafen (o si lo han intentado, pero no lo han conseguido), lo primero que hay que hacer es denunciarlo a través de la plataforma desde donde se ha realizado la supuesta reserva, por ello es indispensable que guardes todas las pruebas posibles como intercambio de mensajes que hayas tenido para poder demostrar el fraude. Después, poner una denuncia ante la Guardia Civil o la Policía Nacional. Asimismo, puedes contactar con la Oficina de Seguridad del Internauta del Instituto Nacional de Ciberseguridad o utilizar su línea de ayuda en ciberseguridad.

Y, en definitiva, recordar que cada comunidad autónoma ostenta su propio Registro de Turismo, donde deben inscribirse todas las actividades turísticas, incluido el alquiler de vivienda vacacional por parte de particulares. Estos registros públicos pueden ayudar a confirmar información sobre los anuncios comerciales, tales como dirección, titular, actividad declarada, etc. Por ejemplo, el País Vasco cuenta con su propio registro de empresas y actividades turísticas de Euskadi donde informan del inicio, modificaciones y cese de la actividad de hoteles, apartamentos o campings, entre otros. Además, si algo es demasiado bueno y perfecto, es probable que se trate de un engaño. No está de más recurrir a tu buscador favorito, buscar el remitente y verificar que no se trate de una estafa.

 

 

 

Rodrigo Juez Ortega, abogado en dPG Legal

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