Los fiordos noruegos, con sus aguas frías, son el hogar perfecto para la Trucha del Fiordo, un miembro de la familia de las truchas que no vive en agua dulce, sino salada. Las condiciones de ese ecosistema consiguen un pescado con un sabor único, de color rojo intenso y con una carne tersa y firme.

La alimentación de la Trucha del Fiordo es el origen de la coloración roja de su carne. Sucede lo mismo con el Salmón Noruego. Su piel es plateada y lisa. La grasa se concentra en la zona de la ventresca, por lo que resulta más fácil de eliminar, siendo la carne más magra que la del salmón.

En los meses de enero y febrero comienza el proceso de cría de la Trucha del Fiordo, con la concepción de los embriones. Tras la expulsión de las huevas de las hembras. Los huevos eclosionan en agua dulce. Allí, los alevines nacen portando un gran huevo gestacional, del que se alimentan durante las primeras semanas. Finalizadas las provisiones natas, comienza la alimentación, a base de piensos específicos para cada fase del crecimiento. Entre seis y doce meses después, el alevín estará listo para pasar a agua salada.

El periodo de vida de este tipo de Trucha suele durar unos dos años, en las jaulas que se ubican en los fiordos de Noruega. Allí, las corrientes proporcionan un flujo de agua limpia y constante, pero sin los inconvenientes del oleaje de mar abierto.

Perfil nutricional

Proporciona al organismo proteínas de “alto valor biológico”, las que mejor asimila el cuerpo. Tiene en común con los pescados azules la presencia de grasas saludables, con grandes beneficios para el sistema cardiovascular en general.

Contenido g          Contenido mg

Sólidos 30,2                Vitamina A 10

Proteínas 17,2            Vitamina D 32,9

Grasas 10,2                  Vitamina B12 5

Glucógeno 0,1

Omega 3 2,2