No es que haya atasco de tráfico en la famosa calle de la bolsa neoyokina, ni que haya un virus catarral campanodo por sus respetos en la sala de operaciones, no. Los índices americanos han entrado en zona de congestión, lo que significa que los alcistas no se atreven a seguir empujando no vaya a ser que la caída sea más fuerte y los bajistas tampoco se atreven a tomar posiciones no vaya a ser que el rebote sea algo más que un rebote.

En este caldo de cultivo, los resultados de Apple, peores de lo esperado, fueron la excusa perfecta para que las tecnológicas se pusieran la venda antes de recibir el golpe. De nada sirvió que Intel lo hiciera bien. El Nasdaq había decidido que hoy bajaría mucho antes de comenzar la sesión y así lo hizo.

Para colmo, lo de Europa sigue aparentando cada vez más una película de los hermanos Marx, con la peculiaridad de que Groucho tenía gracia por arrobas y no termino de encontrarle yo la bis cómica a doña Ángela Merkel. No digo yo que no la tenga, pero tiene toda la pinta de que no soy el único que no logra esbozar ni siquiera una sonrisa cuando la ve.

Reunión de urgencia en Francfort para intentar salvar los muebles de la Europa unida. Nueva escenificación del caos, de la desunión, de la lucha de poderes y de la primacía de intereses bastardos sobre el objetivo común. Y en Wall Street empiezan a estar un poco hartos de todo esto. Cierto es que son un poco infantiles y basta que su presidente haya dedicado a Europa algunos epítetos nada cariñosos en los últimos tiempos para que estos tipos estén a punto de solicitar la inlusión de la Eurozona en el «eje del mal», pero el bochornoso espectáculo que estamos dando desde hace ya un año y medio largo es para que se acabe la paciencia del mismísimo santo Job.

Y es que a estas alturas, Wall Street no sabe si finalmente Grecia va a recibir los 8.000 millones que necesita urgentemente para no suspender pagos de inmediato, ni si la recapitalización bancaria va a afectar solo a los bancos sistémicos, si se hará con cargo a los Estados o al Fondo de Rescate ampliado, o si éste servirá para avalar o no deudas de algunos países con objeto de que cesen los ataques contra su deuda.

Entre tanto, y sin decisión alguna, se escucha cosas como quitas parciales de deuda para países que hasta donde uno alcanza a saber no están ni mucho menos en situación de requerir un rescate o exigencias de determinados ratios de capital a la banca europea que hará aún más difícil que los bancos hagan lo que tiene que hacer, que es prestar dinero, por la sencilla razón de que todo lo que logren captar va a tener que ir a reforzar el capital.

Claramente, Wall Street no quiere más conjeturas y empieza a demandar hechos, acuerdos, acción. Quiere todo negro sobre blanco y no dudan en hacer ver sus protestas por no conseguirlo. El peligro es que los osos cojan confianza y terminen por entrar a saco. De momento las cosas parecen controladas pero eso puede cambiar de un minuto para otro, asi que mucho cuidado, que hoy todo parecía controlado hasta media sesión y terminó mucho peor de lo esperado.

Al cierre, el Dow Jones perdió un 0,63%, el S&P 500 un 1,26% y el Nasdaq Composite un 2,01%.