La tercera novela de la saga de Kate Austen/Carmela Díaz para Semana es la más ‘romántica’ de las cuatro, sin perder por ello el buen tono literario de la serie. “Un beso en la Toscana” reúne todos los ingredientes y tópicos del género: la heredera de una de las grandes fortunas de EEUU, el primogénito del hombre más influyente de Wall Street, París, Toscana, un carismático músico español, bodegas, viñedos y una historia de amor.

Entre medias, algunas reflexiones de su protagonista son más que interesantes porque hacen pensar: “La incertidumbre es dura. Prefiero la verdad, por muy cruel que sea, a permanecer en la ignorancia”; “La vida es puro cambio. Y una gran parte del éxito de saber exprimirla al máximo consiste en ser flexible y adaptarse a todo lo nuevo que está por llegar».

Y una gran verdad que descubre ésta: “un hombre que no se acepta a sí mismo jamás sería capaz de hacer feliz a una mujer”.

Otra más: “Una persona que ni siquiera cumple su palabra en algo tan simple como estar a tiempo a la hora que se ha comprometido, no es de fiar”. Tomen nota.

Pero lo más interesante es la historia del pez koi, que tiene un relevante significado en la cultura china. Simboliza el triunfo y la prosperidad fruto de la perseverancia. Proviene de la leyenda de la Puerta del Dragón: un pez koi nadaba río arriba, contracorriente como los salmones, superando cascadas y otros obstáculos para alcanzar la cumbre de la montaña. Cuando el koi llegó a la cima, los dioses premiaron su esfuerzo convirtiendo el pez en un dragón, una de las criaturas más poderosas de la mitología china.