Al final, el consejo de administración de Sacyr ha estallado por los problemas internos de la compañía, las dificultades en refinanciar su crédito de 4.900 millones que vence el próximo 21 de diciembre y, posiblemente, por presiones externas, y se ha cobrado una pieza en la persona de su presidente, Luis del Rivero, que ha sido cesado como tal y en su sustitución ha sido nombrado Manuel Manrique, hasta ahora consejero delegado y quien, con su voto, ha roto el precario equilibrio existente. Del Rivero, además, ha presentado su dimisión como consejero de Sacyr, según ha informado la constructora a través de un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El enfrentamiento interno en el seno de Sacyr, provocado por el pacto de accionistas firmado por la constructora y Pemex para controlar conjuntamente el 29,8% de Repsol y tratar de influir en la gestión de la petrolera española, se ha saldado con la victoria de los accionistas críticos que en los últimos días consiguieron convencer al consejero delegado de Sacyr para que apoyara una moción para cesar al presidente de la constructora.

El grupo de accionistas encabezado por Demetrio Carceller y Juan Abelló, a quienes se unió el independiente Matías Cortés y los representantes de las cajas de ahorros accionistas de la compañía, mostraron desde el principio su desacuerdo con la forma en que se había instrumentado el pacto de accionistas entre Sacyr y Pemex y la forma presidencialista que Del Rivero había tenido de conducir todo ese asunto. Una nueva gota de agua que se sumaba a la denuncia ante los tribunales interpuesta el pasado mes de mayo contra los nombramientos e incorporaciones al consejo de Sacyr, por la forma de proceder durante la junta de accionistas.

En la reunión de este jueves también Demetrio Carceller ha sido nombrado vicepresidente primero de la constructora, mientras Abelló mantiene la vicepresidencia segunda, y en representación de NCG BankMaría Victoria Vázquez Sacristán. se incorpora como consejera.

Adicionalmente, la presión por la renegociación del crédito sindicado con el que Sacyr adquirió el 20% de Repsol no hacía más que aumentar en torno a los ejecutivos de la compañía. Un grupo de bancos extranjeros ha manifestado que no quieren seguir financiando la operación y han propuesto que vendan una parte del paquete de acciones que la constructora posee en Repsol y les reintegren lo que les deben. El resto parece estar dispuesto a refinanciar a mayores precios y con mayores garantías. Otra de las opciones se encuentran en obtener nuevos créditos en bancos de China o Brasil.

Del Rivero había intentado jugar una última carta para mantener el control en Sacyr mediante la consecución de un pacto entre algunos accionistas, que le permitía controlar más del 26% del capital de la empresa y que le podía dar la oportunidad de conseguir desequilibrar a su favor la composición del consejo de administración. Pero no ha tenido tiempo para acabar de desarrollarlo.  Su objetivo final era obtener una mayor presencia en el consejo de administración de la petrolera y quitar a su actual presidente, Antonio Brufau.

Desde Repsol se venía contemplando la posibilidad de que el consejo de la constructora se rompiera en dos partes, como ha sí  ha ocurrido, antes de que el próximo día 28 la petrolera celebre una nueva reunión de su consejo de administración con lo que podría diluirse toda la presión que estaba teniendo. De momento, en la última reunión de su consejo de administración se solicitó a Sacyr y Pemex la retirada de su acuerdo sindicado de votos por el bien de la petrolera, al tiempo que confirmaron el inicio de acciones legales.

En ese consejo, celebrado el pasado 28 de septiembre, Brufau contó con el apoyo de La Caixa, el segundo accionista de Repsol, y de los consejeros independientes para exigir la disolución del pacto entre Sacyr y Pemex. Votaron en contra el consejero de Pemex, el propio Del Rivero y Loureda, que completaban la representación de la constructora en la petrolera. Pero Juan Abelló, uno de los tres consejeros de Sacyr en la petrolera, que también ocupa un lugar en el consejo de la constructora, decidió retirarse antes de que se votara cualquier decisión, mostrando asi su desacuerdo con el pacto con Pemex.

Así ha sido y ahora hay que esperar qué decisiones adopta la constructora en los próximos días. Lo más probable es que el nuevo poder anuncie la ruptura del pacto de accionistas con Pemex, lo que hará que la situación regrese a la de finales de agosto cuando éste se anunció. Sacyr seguirá siendo el mayor accionista de Repsol, con un 20%; le seguirá CaixaBank, con un 14%, y detrás se situará Pemex con algo menos del 10%. En total casi la mitad del capital estará representado en el consejo.

Lo razonable es que Del Rivero sea sustituido en el consejo de Repsol por otro representante de Sacyr, tienen tres consejeros, y que la calma, al menos temporal, regrese a la compañía presidida por Antonio Brufau.

Queda por ver qué pasa con el 20% de Repsol. Algunos bancos, y algunos accionistas, parecen inclinados a que la constructora venda una parte del mismo y de esta forma reduzca la elevada deuda que tiene la sociedad. Pero, señalan algunas fuentes, el valor de la participación en Repsol está muy influido por ser un paquete significativo. Si Sacyr decidera vender una parte, el precio al que terceros estarían dispuestos a adquirirlo sería sustancialmente inferior a si pusiera en el mercado la totalidad del mismo. Por eso en algunos medios se duda de que esa operación parcial vaya a realizarse.

Tras todos estos acontecimientos, Sacyr emitió a última hora de la tarde un comunicado en el que informa de todas las decisiones del consejo y muestra su agradecimiento a Del Rivero por «su trabajo y dedicación».

El nuevo presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ya ha tomado una de sus primeras decisiones: reunierse este mismo viernes con Antonio Brufau para tratar de reconducir la crisis entre el grupo de construcción y su participada.