The Jellybricks regresan con álbum exuberante y luminoso

-“Some Kind Of Lucky” demuestra que el pop rock de Norteamérica ha superado al iniciático del Reino Unido

The Jellybricks es uno de los grupos favoritos del sello Wicked Cool, es decir, una de las bandas preferidas de Steve Van Zandt, también conocido como Little Steven y Miami Steve, fundador y dueño de esta discográfica, guitarrista de la E. Street Band de Bruce Springsteen, actor y director del programa de radio “Underground Garage”. Alguien que sabe de pop rock.

El citado sello ha publicado el nuevo y ya séptimo álbum de The Jellybricks, “Some KInd Of Lucky”, una auténtica joya, que se abre con la vigorizante y contagiosa “Corner Of My Life”. Como lo son también la canción “Brooklyn” o la costelliana “No Money”. Y no digamos ese embrujador medio tiempo que, merecidamente, da título al álbum y que no puedes dejar de poner una y otra vez

Al igual que te ocurre con “Mrs. Misery”, “Faith” y “Run Away” que son pura nueva ola impregnada de la rabia y los ganchos pegadizos de Elvis Costello y Paul Collins y de las guitarras de Matthew Sweet. Para bailar y no echar gota. Cuatro de las canciones del año.

Sello: Wicked Cool Records. Precio: 13. Discografía: “Power This”, “Kinky Boot Beast”, “Goodnight To Everyone”. Influidos por: Big Star, Badfinger, Weezer. Influyen en: Fountains of Wayne, Weezer, Lockey.

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Teenage Fanclub intentan salir de sus horas bajas

-En su nuevo álbum, no consiguen remontar la ausencia de Gerard Love y la falta de robustez en sus temas

Con su álbum “Endless Arcade”, Teenage Fanclub, también TFC, la banda que puso a Glasgow en la cresta de la ola y recuperó el sonido de guitarras en los años 90, intentan salir de sus horas bajas. Pero les falta la robustez de la que hacen gala las canciones de Jellybricks que, en su momento, fueron discípulos y emuladores en Norteamérica de estos escoceses.  Y ahora, los de Pensilvania les ganan por goleada. Digamos un 10 a 7.

Dado el bajón sufrido en sus seis últimos álbumes, la baja de Gerard Love y la portada de este “Endless Arcade”, una de las más feas que se recuerdan en el mundo del pop rock, pocas esperanzas tenía en lo nuevo de Teenage Fanclub. Y, bueno, tampoco está tan mal.  Gracias a los esfuerzos de Norman Blake por enderezar el rumbo de la barca, las armonías y los estribillos melódicos salvan del naufragio algunos temas y hacen olvidar la asepsia y la inocuidad de otros.

Hay buenos momentos como en “Home” con influencia de sus amados Creedence Clearwater Revival, porque quien tuvo, retuvo.  Por algo, Oasis afirmaron, bien es verdad que hace unos  años, que TFC eran la segunda mejor banda del mundo. Conociendo a los Gallagher, no hace falta decir cuál era para ellos la primera.

Sello: Pema. Precio: 13. Discografía esencial: “Bandwagonesque”, “Thirtheen”, “Grand Prix”, “A Catholic Education”. Influidos por: Paul McCartney, Byrds, Beach Boys. Influyen en: Jellybricks,  Smile, Cosmic Rough Rider.