El presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, aprovecha una entrevista en la publicación Eurofio para avisar que algunas entidades financieras están siendo excesivamente complacientes en su tolerancia al riesgo, y para instar a que se mantenga un nivel adecuado de prudencia.

«Hay señales crecientes de complacencia en parte de los participantes del mercado», ya que los bancos «han relajado sus estándares de suscripción y han permitido mayores niveles de apalancamiento corporativo».

Esta mayor tolerancia al riesgo se suma a los riesgos que todavía siguen latentes en el ámbito del crédito. Según Enria, las evidencias del deterioro de calidad de los activos provocado por la pandemia todavía no ha alcanzado su cenit, ya que han sido amortiguados por las políticas públicas de apoyo. Sin embargo, según se vayan retirando estas medidas, los problemas crediticios empezarán a aparecer.

«Los controles de riesgo crediticio de algunos bancos no han sido lo suficientemente ajustados a las especificidades de esta crisis», por lo que necesitan «permanecer prudentes y proactivos».

«Retrasar el reconocimiento de las pérdidas crediticias puede dañar tanto a los balances de los bancos como a las perspectivas de recuperación de los prestatarios, agravando así la crisis y dañando la recuperación económica», advierte el supervisor.