La Barcelona que conocen muchos barceloneses son fachadas más o menos familiares cuyo interior les está vedado. Esta semana 155 de estos edificios abrirán sus puertas de forma gratuita y permitirán conocer a los barceloneses sus intimidades. Es la segunda edición del Festival 48h Open House y el año pasado la iniciativa fue aprovechada por más de 25.000 barceloneses. Esta iniciativa se estrenó hace dieciocho años en Londres y fue imitada por Nueva York, Jerusalén, Melburne o Dublín.En la Ciudad Condal lo organiza Arquitectura reversible, entidad que pretende acercar la arquitectura a las personas.

Así abrirán las puertas al público desde conventos de clausura  hasta pisos particulares donde viven de una forma poco convencional, como lofts, estudios, viviendas-oficina,o viviendas ecológicas o pisos remodelados que definen otra manera de distribuir el espacio.

Especial atención merece este año la obra del arquitecto Sagnier, del que se podrán visitar diez de sus edificios. Enric Sagnier, entre otras obras, construyó el templo del Tibidabo. También abren las puertas numerosos edificios modernistas, o modernas instalaciones como hoteles o la Torre Collcerola, el mercado, etc., donde un guía explicará detalles que el paseante habitual raramente presta atención.