La Caixa, primer accionista de Naturgy y socio estratégico dl grupo energético, ha dado nuevos pasos, que tengan o no ese objetivo, amplia los obstáculos para que el fondo IFM cumpla sus objetivos. El consejo de administración de Criteria, holding a través del que la entidad catalana controla la participación de la empresa que preside Francisco Reynés, considera que la opa parcial lanzada por el fondo australiano no garantiza de forma plena los intereses del grupo y que impactaría en el gobierno corporativo. En otras palabras que no acudirá, no siquiera parcialmente, a la oferta de compra.

A primera vista no se trata de nada nuevo, como tampoco lo es que mantenga activada la compra de acciones de la energética, con la meta de no llegar al 30% por la obligación de lanzar una opa. Ya tiene el 26,115% del capital, y un análisis matemático muestra que IFM lo tiene cada vez más difícil, pese que a su favor juega la posibilidad que después de la opa las acciones caigan con fuerza al perder la prima que conlleva una oferta en vigor, También el efecto negativo por las medidas aprobadas por el Gobierno para contener los precios de la electricidad y gas. Ahora cotiza en el entorno del precio ofertado.

La posición de La Caixa, que ha defendido que la sede de la empresa se mantenga en España, obstaculiza que el fondo alcance el poder que pretendía, con al menos dos representantes en el consejo de administración. Los expertos descartan que logre el 22%, porcentaje objetivo cuando lanzó la opa, aunque después haya rebajado el límite para aceptar el resultado de la operación.

Con el 22% igualaba posiciones con los fondos CVC y GIP, que en alguna medida apoyaron la entrada de IFM. Pero con la suma de los accionistas que están en consejo se llega al 74%, por lo que incluso el segundo porcentaje fijado: el 17%, también se decanta como difícil de obtener. IFM se guardó la posibilidad de quedarse con solo el 10%, si bien la estrategia de Criteria podría empujarle a abandonar. en la medida que la entidad catalana amplíe presencia en el consejo.

IFM paree que no ha tirado aún la toalla, y en estas semanas se ha mantenido activa, con sociedades contratadas, para conectar con el 8% de accionistas minoritarios, que en un elevado porcentaje tienen depositadas sus acciones en La Caixa, además de fondos que cuentan en conjunto el 17% de los títulos.