Las empresas dispondrán de ERTE contra crisis cíclicas o sectoriales tras la pandemia

28/09/2021

Luis Martínez del Amo. El Gobierno aprueba un modelo ‘puente’ que liga los expedientes a la formación de las plantillas suspendidas.

Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) entran en una nueva fase. Tras año y medio de vigencia, el Gobierno logró pactar ayer un nuevo modelo, en sustitución del esquema actual. A partir de noviembre, las empresas deberán organizar cursos de formación si quieren gozar de la máxima exoneración de cuotas, un 80%. En caso contrario, las exoneraciones bajarán 25 puntos desde el modelo actual, hasta el 40% o 50%, en función del tamaño de la empresa. Los autónomos, por su parte, gozarán de cuatro meses más de ayudas, aunque según un esquema decreciente.

El acuerdo prorrogado ayer extiende hasta el 31 de octubre el esquema actual. Y fija a partir de esa fecha un nuevo modelo, en el cual las empresas que mantienen a sus trabajadores suspendidos de empleo seguirán gozando de un 80% de exoneración de cuotas, siempre que acepten ofrecer cursos de formación a sus trabajadores suspendidos de empleo.

El Gobierno apuesta así por un modelo basado en la “formación de calidad”, en este tramo final de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) armados frente a la Covid, afirmó hoy el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, tras el Consejo de Ministros que aprobó un nuevo real decreto ley, el sexto, que prorrogan las ayudas.

El coste de la nueva prórroga ascenderá a unos 1.200 millones de euros, según avanzó Escrivá, que matizó que esta cifra está sometida a una gran “incertidumbre”, a falta de saber cuántos trabajadores se acogen a los nuevos ERTE formativos.

Dos modelos de ERTE postcovid

Además, Escrivá adelantó algunos detalles sobre los nuevos ERTE que el Ejecutivo prepara para después de la crisis sanitaria. Según Escrivá, los nuevos ERTE estructurales se dividirán en dos grupos; por un lado, los ERTE específicos en función de cada sector; y, por otro, los ERTE cíclicos, cuya motivación responderá a los vaivenes generales de la economía.

La prórroga de los ERTE aprobada hoy sirve así de puente hacia estos modelos de ERTE postcovid. Un modelo que deberá estar vigente antes del 31 de diciembre, según lo pactado con Bruselas. Y que ahora se negocia en la mesa de diálogo social donde se discuten los cambios en la normativa laboral.

Unos trabajos que están “muy avanzados”, según dijo hoy la segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, quien añadió que las empresas deberán acogerse al artículo 47 del Estatuto de Trabajadores una vez se “se publique la reforma laboral” que recoja estos ERTE estructurales y modifique el marco laboral.

Nuevo modelo de formación

El Ejecutivo logró vencer la resistencia de las patronales, que veían con malos ojos esta exigencia de formación. Para ello, el Ejecutivo hubo de elevar las exoneraciones de cuotas a las empresas que mantienen a trabajadores suspendidos de empleo. Y aceptar además un precio colateral, como es la continuidad de la prestación extraordinaria para autónomos.

Y ello a pesar de los 90.000 autónomos zombies o sin actividad, que, según algunas estimaciones, podrían estar acogidos a estas ayudas, sin verdadera voluntad de continuar con el negocio una vez se retiren las ayudas.

A las once de la noche llegó la confirmación de la patronal CEOE, reunida de urgencia, y una vez que se supo que el Gobierno accedía a prorrogar hasta el 28 de febrero la prestación extraordinaria para autónomos.

El nuevo esquema vincula la permanencia en ERTE a partir de noviembre con la realización de cursos de formación. En ese caso, las ayudas llegarán al 80% de las cuotas. Si no, se reducen las exoneraciones hasta el 50% en el caso de empresas con menos de 10 trabajadores, rebajadas hasta el 40% para las empresas mayores que rechacen la formación.

Los 260.000 trabajadores actualmente en ERTE podrán seguir acogidos a esta modalidad hasta el 31 de octubre. Hasta esa fecha sigue vigente el modelo actual, fruto de la anterior prórroga.

Para seguir acogidos a ERTE a partir del 1 de noviembre, las empresas deberán solicitar un nuevo ERTE, que será examinado por las autoridades laborales. Tras diez días de silencio administrativo, este será positivo; es decir, se considerará aprobada la solicitud.

Los trabajadores en ERTE seguirán sin consumir prestación de desempleo, hasta el el final de 2022. Es decir, si sufren un despido a partir del 1 de enero de 2023, tendrán derecho a tanta prestación como hubieran acumulado antes del inicio de la crisis Covid, por virtud del llamado ‘contador a cero’.

Continuará durante la nueva prórroga hasta el 28 de febrero la prohibición de despido, y otras garantías, como la detención del tiempo de cómputo en la duración de contratos temporales; la prohibición de hacer horas extras, y de contratar o subcontratar con otras empresas los servicios que realizan los trabajadores en ERTE, y de repartir dividendos entre sus accionistas.

Cursos de formación

Aquellas empresas que organicen cursos de formación gozarán de una rebaja del 80% en el pago de sus cuotas a la Seguridad Social, independientemente del tamaño de su plantilla.

En caso de rechazar la organización de cursos, la exoneración de cuotas alcanzará el 50%, para las empresas de menos de 10 trabajadores; que se rebaja al 40% para las empresas mayores.

Los cursos formativos deberán realizarse antes del 30 de junio del próximo año. Y su duración deberá superar un límite de 30 horas para empresas de 10 a 49 trabajadores, que se amplía a 40 horas en ampresas mayores.

Otro caso es el de las empresas cuya actividad siga completamente suspendida, que seguirán gozando de una rebaja del 100% en el pago de las cuotas, dentro de los llamados ERTE de impedimento.

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