Iberdrola busca un interlocutor con Moncloa con el nombramiento de Antonio Carmona

04/10/2021

T. J. Si bien Carmona no tiene fuertes vínculos con el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ni con su círculo más próximo.

El nombramiento del socialista  Antonio Miguel Carmona como vicepresidente de Iberdrola España sería una noticia más de la serie de políticos de diversos partidos políticos que han utilizado su posibles relaciones para entrar en puestos directivos en grandes empresas privadas. Si bien el momento elegido es altamente sensible para un movimiento de estas características ya que el destino es una eléctrica y la etapa está marcada por unos precios fuera de todo control. Y con el sector bajo la lupa de las autoridades de la competencia.

Carmona es más conocido por su papel como comunicador por su participación en programas de televisión que por su actividad política. Profesor de Economía, su trayectoria se ha desarrollado en la Asamblea de Madrid y en el Ayuntamiento de esta ciudad. Fue elegido diputado por el PSOE en el parlamento madrileño en dos etapas: entre junio de 1999 y diciembre de 2002, y entre junio de 2011 y junio de 2015.

Su elección no cuenta con las características que han tenido la de otros políticos, que han utilizado las llamadas puertas giratorias, para acceder a puestos bien remunerados. No tiene experiencia en el área energética y su relación con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es nula. Tampoco se le conocen vínculos con las personas fuertes en Moncloa, como el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, o con otros miembros del Ejecutivo, como la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera.

Su tendencia política, como ha mostrado en sus intervenciones, están más cerca de posiciones más derechistas que las de la actual dirección del partido. Es una cuestión que se resalta en medios políticos quienes dudan de su capacidad para establecer contactos que la compañía no tenga por los cauces de una empresa clave del sector.. Se trata de «un militante de base».

La noticia, no obstante, ha sido mal recibida y no sólo por parte de los socios del PSOE en el Gobierno, asimismo en Ferraz. Se considera un error estimar que Carmona puede ser un buen interlocutor por su pasado: «solo conversamos sobre cuestiones energéticas».

 

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