La pugna por el control de Naturgy, después de intensos meses marcados por la opa parcial lanzada por el fondo IFM, se traslada ahora al consejo de administración de la empresa energética. Será el escenario de la nueva etapa cuando el órgano de gobierno sea renovado tras el cierre de la oferta de la entidad australiana, que consigue entrar en él con un porcentaje de aceptación que ha estado en la frontera del fracaso: el 10,3%, frente al más del 22% que demandaba en su plan inicial.
Si bien, se trata de una participación que le da derecho a un puesto en el consejo, en el que puede registrarse cambios adicionales: Criteria-La Caixa sopesa solicitar un representante más al haber superado el 26% del capital. Mientras, otro tema central es si se amplia el número de consejeros que actualmente asciende a 12, de los que ahora seis son dominicales (dos por CVC, dos por GIP y dos por la Criteria). Cinco son independientes y el otro puesto lo ocupa el presidente, Francisco Reynés.
Si no se eleva el número de consejeros, previsiblemente a 14, la entrada de IFM y el posible aumento de la representación de Criteria supondrían la salida de independientes, pero los estatutos internos de Naturgy señalan que en las comisiones de auditoria y nombramientos, los independientes deben tener la mitad de los puestos. Es una cuestión muy relevante. Y lo es más en la medida que el reglamento del consejo establece, asimismo, que para aprobar determinadas decisiones -inversiones elevadas y dividendos, entre otras- es necesario el apoyo de dos tercios del consejo.
En este escenario la posición de los fondos GIP y CVC es determinante. Si bien están comprometidos con IFM a respaldar su presencia equitativa en el consejo, esta cuestión en solo el principio. La entidad australiana considera que Reynés es de hecho un hombre de La Caixa, por lo que admitir un nuevo representante para esta entidad no es tan fácil. Otra posibilidad es que Reynés pase a ser presidente no ejecutivo, algo que equivale a tener que pactar un nuevo ejecutivo.
En cualquier caso, los próximos meses van a ser compleja, y, aunque los tres fondos sumen el 52% y pueden controlar el consejo, si se ponen de acuerdo en temas centrales corren el riesgo de ser obligados a lanzar una opa por el 100%.
IFM tiene claro que quiere participar en la dirección de la empresa. En palabras de Kyle Mangini, director global de Infraestructuras de IFM Investors, el fondo tiene «muchas ganas de trabajar estrechamente con los accionistas para que la compañía ponga en marcha su último plan estratégico, lo que implica ayudar a convertir a Naturgy en un actor clave en la transición energética».
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