Las tensiones que dominan los mercados energéticos no dan tregua, ni en lo referente a precios ni en la seguridad de los suministros. La cotización del petróleo sigue el camino alcista este lunes con el barril de Brent (referente en Europa) subiendo en el entorno del 1%, rozando los 86 dólares: ya está en precios no alcanzados en seis años. Mientras, el estadounidense West Texas mantiene una senda similar y se comercializa a 82,5 dólares el barril.

Varios factores se unen para que esta trayectoria se mantenga. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados están cumpliendo sus compromisos y están logrando sus objetivos. La demanda se recupera junto con la actividad económica, si bien al tiempo afectada por el fantasma de la inflación, también está volviendo a la normalidad el transporte de mercancías, con problemas de precios, y el movimiento de personas.

¿Cuestiona este proceso medidas defendidas en Bruselas? La agencia destaca que las energías verdes son el futuro, aunque todavía no tienen capacidad para asegurar el suministro en todas las condiciones climáticas. Datos del consumo energético de agosto apuntan al aumento de la demanda de fuel y otros destilados del crudo desde China, Pakistán y Japón  a Brasil. Y en Europa. en Francia y en Alemania.

Que la energía se refuerza como una cuestión de Estado es irrefutable. España verá en un plazo de 12 días el fin operativo del gasoducto de Magreb, si bien ha pactado con Argelia que el de Medgaz y el gas que llegue en barcos harán que no se registren restricciones.

Enagás se prepara para evitar cuellos de botella. El grupo que preside Antonio Llardén realiza una segunda subasta de slots para las plantas de regasificación en las que han adjudicado 23 nuevas entradas de gas adicionales a las previstas. De este modo, la empresa cuenta ya con 45 slots adicionales para los próximos doce meses, con el objetivo de facilitar el incremento de las reservas de gas del país.

Estas subastas extraordinarias forman parte dentro de las medidas encaminadas a prevenir problemas en un contexto de volatilidad de los mercados mundiales de gas natural. El objetivo de poner a disposición de las empresas que traen el gas natural a España la máxima capacidad para promover las descargas de GNL en las plantas de regasificación del país.