
Teresa Ribera
Europa Press
Si bien su visita a Argel ha sido precedida por la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el viaje de la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, a la capital argelina tiene lugar días antes del cierre del gasoducto de Magreb-Europa. El Ejecutivo de ese país ha asegurado en diversas ocasiones que garantiza el suministro de gas a España, pero es preciso cerrar cómo llegará a la Península Ibérica las cantidades que hasta el 31 de octubre vienen por esa infraestructura.
La crisis estalló con la ruptura de relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos que ha conllevado la decisión por parte del Ejecutivo argelino de cerrar un gasoducto que atraviesa territorio marroquí y que entra en Europa por Cádiz. La fecha de clausura es el próximo 31 de octubre y va tener más de un efecto cuando los mercados energéticos cuentan con un protagonismo similar al de la crisis del petróleo de la década de los setenta,
Implica dar más protagonismo al gasoducto Medgaz, que une los yacimientos argelinos de Hassi R’mel con la ciudad de Almería, y, aunque se pactó un aumento de su capacidad de transporte hasta 10.000 millones de metros cúbicos anuales, no puede ahora sustituir el volumen total que transporta la infraestructura que se cierra (hasta 13.500 millones de metros cuadrados). E implica además que Rabat se queda sin el gas que recibía y que precisará apoyo exterior, preferentemente el de España que está unida con él por dos cables submarinos para transportar electricidad.
El ministro de Asuntos Exteriores español, Juan Manuel Albares, ha intentado mediar en el conflicto magrebí sin éxito tangible. Las divergencias cuentan muchos años de historia, afectan al Sáhara y están implicados desde Estados Unidos a Francia. Ha logrado, eso sí, defender los intereses españoles en Argelia -Naturgy va a recibir la misma cantidad que hasta ahora-, pero faltan los detalles que pueden ser más que relevantes, entre ellos precios y costes
Toman más protagonismo el gas natural licuado (GNL), lo que supone el transporte del hidrocarburo por mar, a través de los metaneros, y la utilización de las plantas de licuefacción y regasificación. Aunque España cuenta con éstas últimas, precisará fletar más gaseros en una etapa en la que se han disparado sus precios. En España hay seis de plantas que están activas (Mugardos, Sagunto, Bilbao, Barcelona, Cartagena y Huelva).
En esta línea, el Gobierno de Argel ha asegurado a Ribera que el gas que no llegue por gasoductos será compensado por GNL en base a un calendario que todavía no se ha pactado.
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