
Gráfico: INE
El verano impulsó las contrataciones. E hizo bajar el paro. Con una sola excepción. La de los mayores de 55 años. Y la de aquellos que llevan más de un año en el desempleo. Todo ello en un contexto de progresiva normalización del mercado de trabajo, que sigue registrando nuevas incorporaciones de activos. Y el descenso del teletrabajo.
El descenso del paro en verano, en 127.000 personas, y el incremento de los ocupados en casi 360.000 personas, elevaron la cifra de trabajadores por encima de los 20 millones de ocupados. Un cota nunca vista desde 2008, según las cifras de la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre.
En el último año, España ha recuperado más de 850.000 empleos. Casi todos a tiempo completo. Y asalariados (apenas 40.000 nuevos autónomos, después de perder 50.000 en el trimestre estival). Las mujeres copan medio millón de estos nuevos empleos en el último año.
La naturaleza temporal del nuevo empleo se refleja en el estirón de la tasa de temporalidad, que escala casi un punto, hasta superar el 26%; es decir, del total de ocupados, 26 de cada cien tienen un contrato temporal.
La mayor parte del empleo creado en verano viene de manos privadas; si bien, en el último año, en términos relativos, ambos ámbitos —público y privado— experimentan similar variación, en torno al 4,4%.
Baja el paro, salvo en los mayores de 55 años
Las cifras de paro —y de población activa— completan la radiografía del mercado de trabajo en España durante el segundo verano de pandemia.
En cuanto al paro, su descenso en 127.000 personas contrasta con los 350.000 parados más que se contabilizaron en el verano de 2020. Sin embargo, la bajada del paro del último verano es la menor reducción registrada en los últimos años, si exceptuamos la de 2019.
En 2015, la reducción del paro rozó las 300.000 personas durante el verano; un año después, superó las 250.000.
Solo un grupo de edad escapa del benéfico descenso del paro; los mayores de 55 años, que no aprovechan el verano, y suman 65.000 nuevos efectivos sin trabajo. En el último año, estos trabajadores senior sin empleo se incrementan en casi 120.000 personas; la única franja de edad donde crece el paro.
Otro dato preocupante. En el último año, el paro de larga duración aumenta en 260.000 personas, que llevan buscando empleo sin encontrarlo más de un año.

Gráfico: INE
Así, la tasa de paro disminuye casi 1,7 puntos en el último año; y se sitúa en el 14,57%,
El descenso del paro es compatible con un fuerte incremento de la población activa, aquellos que están dispuestos a trabajar, tengan o no empleo; que rozan ya los 23,5 millones, tras aumentar 230.000 en el trimestre (casi 550.000 en el último año; un 2,4%).
Así, el número de hogares se acerca a los 19 millones; de los cuales, 1,12 millones tienen a todos sus miembros en paro, pese a la disminución en el trimestre.
Vuelta a la oficina
La encuesta elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrece además datos sobre la evolución de la pandemia en cuanto a sus efectos sobre el mercado de trabajo.
En el último trimestre, se perdieron casi un 10% de las horas trabajadas respecto del anterior. Pero la pérdida fue debida sobre todo a las vacaciones. Porque los ERTE apenas afectaron a unas 110.000 personas, con el empleo suspendido a causa de estos expedientes de regulación temporal de empleo.
En comparación con el verano de 2020, las horas trabajadas crecen sin embargo un 5%. Y otro indicador, el teletrabajo, refleja también el “progresivo retorno al lugar de trabajo”, aseguran.
El número de quienes teletrabajan (más de la mitad de los días) bajó hasta el 8% del total; frente al 9,4% tres meses atrás; o el 10,3% del verano de 2020.
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