1. Ya no

Capri Bikes nació con el objetivo de hacer mejores bicicletas eléctricas urbanas para despertar el deseo de sumarse a este movimiento cada vez a más gente. Una marca ‘made in Spain’, de Asturias (esa zona de la que dicen que es la verdadera España, y el resto, zona conquistada), pero que triúnfa más fuera que dentro.

«Cada nuevo usuario que cambia el coche por la bicicleta es una victoria contra el calentamiento global. Son movilidad sostenible, bicicletas eléctricas para moverse por la ciudad, de casa al trabajo, por ejemplo… Una manera de apostar por la sostenibilidad en el día a día y reducir la contaminación. Una manera de contribuir a mejorar el planeta en su día a día a través de su pasión: las bicis clásica bien hechas pero reinventadas, con la tecnología de hoy», explican en Capri.

La empresa cerrará 2021 con más de 5.000 bicicletas vendidas, el 25% más que en el año 2000, en plena pandemia. El 40% en Alemania; el 30%, en Francia; el 20 % en España. Con un modelo de negocio directo de fabricante a consumidor, que ahora está más en auge, pero que cuando Capri lo implantó fue recibido con un prácticamente unánime escepticismo.

Pero Capri Bikes ha cerrado una ronda de financiación de 250.000€. Dinero con el que  Andrés Maldonado y Nina de Mier, fundadores y responsables de Capri Bikes, pretenden seguir apostando por la internacionalización del negocio de bicicletas eléctricas dentro de la empresa Lovelybikes, que engloba tanto la marca Capri Bikes como el marketplace de comercio electrónico Biciclasica.com, además de continuar el desarrollo de sus nuevos modelos de baterías.

La operación de capital la ha liderado la Sociedad Regional de Promoción del Principado de Asturias, perteneciente al Grupo IDEPA. Se trata así de una apuesta más por la calidad de las empresas españolas que luchan por la sostenibilidad, en esta ocasión, mediante las bicicletas eléctricas para moverse por la ciudad.

“El sector de las bicicletas eléctricas ha crecido en Europa un 52% hasta representar un volumen de 10.600 millones€ en 2020, impulsado por la rápida adopción de este medio de transporte por parte de los ciudadanos y ayudado por las políticas de promoción del uso de la bicicleta como eje del futuro de la movilidad urbana sostenible”, explica Andrés Maldonado. El cofundador de Capri vaticina que el sector de las bicicletas eléctricas en Europa “alcanzará los 17 millones de unidades en 2030”.

«Nuestro objetivo es hacer mejores bicicletas para despertar el deseo de sumarse a este movimiento cada vez a más gente. Cada nuevo usuario que cambia el coche por la bicicleta es una victoria contra el calentamiento global», insiste.

«Muchas marcas insisten ahora en un mensaje de sostenibilidad, lo cual es positivo, pero para nosotros no es suficiente, ya que siguen promoviendo un consumo innecesario. En Capri  Bikes pensamos que es el momento de empujar la sostenibilidad en serio, mientras otras marcas renuevan sus diseños cada año, nuestras bicicletas aspiran a la atemporalidad y durabilidad a largo plazo, como unos Levis 501 o una sencilla cafetera italiana, nuestro mayor éxito es que tu bicicleta dure toda una vida», aporta Nina de Mier, fundadora y responsable de identidad de la empresa.

 Capri Bikes, directo al consumidor

Cuando nació Biciclasica.com hace ya 11 años se enfrentaron a un sector, el del ciclismo, fuertemente apegado a un modelo de distribución tradicional: fabricación en Asia, mayoristas, agentes comerciales y tiendas retail. El resultado era un sobrecoste disparado para el cliente final, además de una incoherente e innecesaria huella de carbono en cada bicicleta que llegaba al cliente. “En biciclasica.com le dimos la vuelta al modelo fabricando aquí, en Europa, y vendiendo directamente a través de nuestra web», afirma Nina Mier.

La tendencia de comprar este tipo de bicicletas, de buena calidad y made in Spain está en pleno auge, y los inverores ya están apostando por este negocio. De hecho, Capri ya está inmersa en otra ronda de dos millones€.

El negocio de las bicicletas sigue sumando adeptos, al ser la opción perfecta para moverse por la ciudad sin contaminar, reduciendo el tráfico y, además, haciendo ejercicio. Destaca el crecimiento de las bicis eléctricas. Las Capri Azur y Metz, lanzadas al mercado tras financiarse mediante crowdfunding mundial en 2020, son las últimas apuestas de la empresa.

Además, la Asociación de marcas y bicicletas de España (AMBE) está trabajando en un programa de ayudas a municipios para facilitar las inversiones en infraestructuras ciclistas por parte del Minusterio de Transportes. También en ayudas a la compra de bicicletas eléctricas, como las aprobadas, de hasta el 50% del importe, en la Comunidad de Madrid.

Según Ambe, en 2020 el mercado ha obtenido un crecimiento del 39,39% en volumen de negocio, 2.607,38 millones€, y sobre todo del 24,1% en unidades vendidas, más de 1,56 millones. Son las cifras más altas desde que se tienen datos.

Las tiendas especializadas han supuesto en 2020 el 83% del total del volumen de negocio del sector de la bicicleta, ganando el 2,89% de cuota de mercado frente a cadenas multi-deporte y grandes superficies. El segmento de la bicicleta representa ya un 27,23% sobre el total del sector de artículos deportivos en España, con más de 22.500 empleados. En las empresas proveedoras del sector de la bicicleta en España hay 9.018 trabajadores, lo que representa una plantilla media de 26,60 empleados por cada una de las 339 empresas existentes.

Una de las consecuencias de la pandemia ha sido el aumento en el uso de la bicicleta y en el número de ciclistas.

Precisamente, el segmento de bicicletas que más ha crecido en Europa es el de las  eléctricas. “Pensadas como una solución de movilidad. los usuarios demandan cada vez más bicicletas eléctricas funcionales, sencillas y adaptadas a su uso diario». explica Andrés Maldonado.

El cofundador de Capri destaca que la prioridad es la facilidad de uso, la seguridad y un mantenimiento mínimo. En definitiva, la sencillez, en contraposición con los modelos de bicicletas eléctricas deportivas, no optimizados para el uso urbano.

«Usar bicicletas eléctricas pensadas para el deporte, como por ejemplo las de montaña, no es una buena idea para ir y venir del trabajo, ya que resultan incómodas porque son más grandes y pesadas, requieren más mantenimiento y, en general, son mucho más caras», apunta.

A la hora de comprar una bicicleta eléctrica el consumidor busca, cada vez más, un producto que le aporte identidad y carácter. Y es ahí donde destacan marcas como Capri Bikes, ofreciendo una gama de bicicletas eléctricas que mantienen una estética minimalista y atemporal. “Intentamos despertar las ganas de moverse por la ciudad en e-bike, para ir a hacer recados o a trabajar, en personas que quizá nunca se lo habían planteado hasta ahora”, aporta Nina Mier, fundadora de la marca española Capri Bikes.

«Nuestro objetivo es hacer mejores bicicletas, ayudando a que más gente se suba a la bicicleta y contribuyendo al gran cambio que supondrá la movilidad del futuro, más sostenible. Un cambio que ya estamos viviendo.», recalca.

En Europa, las ventas de bicicletas eléctricas han crecido un 52% respecto al año anterior, y en algunos países como Francia o Alemania, ya suponen más de la mitad de las unidades vendidas. Este crecimiento está motivado por el uso masivo que se está haciendo de las bicicletas eléctricas en ciudades como París o Berlín.

Pensando en esos nuevos usuarios que buscan una bicicleta ligera, cómoda, sencilla y fácil de usar, la empresa ha renovado sus modelos Capri Azur y Metz, «bicicletas con un estilo único pensadas para hacer más fácil la vida a sus usuarios».