La operación que tiene como objetivo la compra de Air Europa por Iberia ha dado un nuevo paso, si bien el fracaso cuenta ahora con más posibilidades que el éxito. A la mala situación financiera de Air Europa se suma el tema clave: las condiciones que impondrá Bruselas para admitir la transacción. Porque si estas sobrepasan algunas líneas rojas, Iberia desistirá y dará un paso atrás. No es nuevo, pero se acentúa el sentimiento que la dirección que preside Margrete Vestager fijará fuertes condiciones a la adquisición.
La aerolínea española que forma parte del grupo IAG ha enviado la pasada semana un último documento a la Comisión Europea, que tendrá que pronunciarse el 4 de enero, Los descartes (remedies, como se conoce en el ámbito de las autoridades de la competencia) que propone en él son más cercanas a la posición de los responsables comunitarios, si bien no han trascendido. No obstante, detrás de la Comisión Europea se mantienen las presiones de los competidores de IAG-Iberia, desde Ryanair a Air France.
La empresa irlandesa aspira, como primer objetivo, a que la compra descarrile, por lo que defiende que se impongan condiciones que podrían ser inasumibles. Si bien ha desarrollado una estrategia paralela: quedarse con derechos de despegue y aterrizaje que Iberia tendría que ceder. Air France mantiene una estrategia similar, no en vano intentó un acuerdo con Air Europa ante del pacto con Iberia.
Iberia presentó con anterioridad a Bruselas un plan para ceder derechos y rutas a Volotea y a World2Fly, ambas españolas, pero a esta propuesta se plantearon varias objeciones. En el fondo, según medios del sector aéreo, subyace el interés de grandes compañías europeas por los slots y rutas de Air Europa y evitar la creación de un gran hub en el aeropuerto de Madrid-Barajas.
En una intervención pública, el director corporativo de Iberia, Juan Cierco, ha manifestado que IAG ha participado en diversas operaciones, que se cerraron con éxito, como la compra de Vueling y Aer Lingus, frente a la de Norwegian que llegó a estar muy avanzada, pero que se abandonó porque los números no cuadraban. En su opinión, de no llevarse a cabo, «España perderá una oportunidad estratégica de tener un hub en Madrid enfocado al mundo y no solamente hacia Latinoamérica y Estados Unidos”.
Y ha destacado que la posición estratégica de España es perfecta para ser la puerta de entrada de Latinoamérica a Europa y llevar pasajeros desde Latinoamérica a Asia a través de Madrid. Aportó un dato: los analistas aseguran que en 2030, unos 2.400 millones de personas del sudeste asiático van a incorporarse a la clase media». Añadió que serán 2.400 millones de potenciales turistas que quieren viajar por el mundo. «Si no somos capaces de construir entre todos un hub que mire, no solo hacia el oeste, sino también al este, vamos a perder la oportunidad de atraer ese mercado”, subrayó.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.