El MEI (Mecanismo de Equidad Intergeneracional) pactado entre el Gobierno y los sindicatos, en trámite parlamentario en la actualidad, supondrá a los autónomos un sobrecoste de 5 euros al mes a partir de 2023, cuando se prevé que entre en vigor —por espacio de una década— esta fórmula pensada para costear las pensiones de jubilación de la generación del babyboom, según los cálculos que maneja la asociación de autónomos UPTA, próxima a UGT.

Los autónomos de UPTA, que apoyan el futuro recargo, a diferencia de la mayoritaria ATA —opuesta a la reforma— argumentan que la sobrecotización de 5 euros al mes servirá para evitar recortes en las pensiones futuras, así como aumentos de la edad mínima de jubilación, según asegura la asociación presidida por Eduardo Abad.

Según Abad, con el MEI “no será necesario acometer reformas que aumenten el período de vida laboral ni recortes en las pensiones, tal y como lleva sucediendo desde el año 2013”, cuando entró en vigor la reforma —no pactada— del PP.

Pendiente la reforma de la cotización de los autónomos

UPTA apuesta además por cerrar el nuevo sistema de cotización de los autónomos en función de sus ingresos reales; uno de los próximos asuntos que se expondrán sobre la mesa de las pensiones donde negocian el Gobierno, los sindicatos y los empresarios.

Un 87% de los 3,3 millones de autónomos cotizan por la base mínima. Y un 40% de ellos tienen contratados seguros de pensión privados, afirma UPTA.

La reforma del actual sistema de cotización, donde los autónomos tienen libertad para elegir su base de cotización, aunque luego eso redunde en menores prestaciones por jubilación, incapacidad, viudedad…, supondrá la introducción de un sistema por franjas, en donde los trabajadores por cuenta propia, en función de sus ingresos reales, deberán contribuir en una mayor cuantía que en la actualidad.

Pero no todos. Según cálculos de UPTA, unos 700.000 autónomos cuyos ingresos no llegan al salario mínimo interprofesional —que coincide generalmente con la base mínima de cotización— verán disminuir su cotización, y con ello rebajado su esfuerzo contributivo”, afirma la asociación.

El Gobierno, que debe ahora negociar este asunto, no ha aclarado qué pasará con estos autónomos que coticen por una base inferior a la actual, si sale adelante la reforma. Sin embargo, lo más probable es que, en aplicación del principio de contributividad, vieran rebajada su pensión en el futuro, en proporción a su nueva base de cotización.

Actualmente la pensión de jubilación de los autónomos apenas alcanza una media de 800 euros al mes — en catorce pagas —; esto es, casi 550 euros menos que la media de los asalariados, que roza los 1.400 euros.

Si incluímos todas las prestaciones del sistema, la pensión media de los autónomos roza los 715 euros; unos 425 euros menos que la media en los asalariados; unos 1.140 euros.

Sin embargo, la cotización asociada al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que los autónomos y el resto de trabajadores tendrán que pagar durante una década, si se logra su aprobación, no tendrá efecto sobre sus futuras prestaciones, puesto que la cuota es finalista y engrosará el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, a fin de pagar la jubilación de la generación nacida entre 1955 y finales de los 70 del pasado siglo.