El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no está dispuesto a que el alza de los precios del petróleo, objetivo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, enturbie su presidencia por las presiones inflacionistas y por la subida de los carburantes; este último factor está afectando a su popularidad. La batalla, que inició desde octubre contra la evolución alcista, continua.

Los expertos que trabajan para la Casa Blanca tienen una estrategia clara: casi inundar el mercado de crudo. Los últimos datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) mostraban que el aumento de la oferta iba de la mano de Estados Unidos; ahora la Administración Biden intenta un acuerdo con China, India y Japón para que se liberen reservas de petróleo que impidan que su cotización llegue a los 100 dólares o más, como prevén las entidades con mejores especialistas en materias primas, entre ellas Goldman Sachs. De ese grupo forman parte, asimismo, Corea del Sur y Reino Unido.

En esta línea, EE UU ha liberado 50 millones de barriles de crudo de las reservas estratégicas. Acción que responde a la negativa de la OPEP y sus aliados a elevar la producción a las cantidades anteriores a la pandemia.

China ya se está moviendo en esa dirección e India, también. Japón ha manifestado que estudiará medidas en la misma línea Si bien, ese país asiático, según ha manifestado el primer ministro, Fumio Kishida, quiere evitar que el petróleo se consolide como un factor contra el crecimiento económico. Se enfrenta a cuestiones legales que pueden impedir la liberalización de reservas, ya que la ley se ese país condiciona esa decisión cuando haya restricciones en el mercado o en caso de catástrofes.

También el Gobierno de Biden podría enfrentarse obstáculos para disponer de más reservas, que son las más elevadas del mundo., para ponerlas en el mercado. Están cuantificadas a suplir las importaciones de casi tres años, disposición que tiene como fin que Estados Unidos no se paralice en caso de un boicot de los países productores, y que cuente con posibilidades de desarrollar una actividad normal con las reservas y con la producción propia. Si bien en otras ocasiones han liberado stocks.

Fuentes internacionales indican que Estados Unidos mantendrá vivo el objetivo de la alianza anti-OPEP hasta que petróleo cotice en el entorno de los 70 dólares a los 75 el barril.

Mientras, los futuros del gas natural para entrega en diciembre, materia prima energética que compite por el protagonismo en los mercados con el petróleo, sube este martes más del 6% hasta más de 5,2 dólares por millón de unidades térmicas británicas.