El alza de los precios incendia la negociación de convenios colectivos

24/11/2021

Luis Martínez del Amo. El sindicato CCOO culpa a CEOE de avivar el conflicto al negarse a renovar el gran pacto salarial.

Manifestantes en la novena jornada de la huelga del metal en el barrio del Río de San Pedro en Puerto Real . – Nacho Frade – Europa Press

La elevada inflación y la incertidumbre que se cierne sobre las empresas respecto del abastecimiento y precio de las materias primas están enturbiando el clima laboral en España.

En Cádiz, por noveno día consecutivo, los trabajadores del metal secundan una huelga que trata de asegurar incrementos salariales a resguardo del IPC, el índice de precios de consumo, disparado al 5,4% en octubre, y que podría acabar el año en torno al 3%, según estiman desde el sindicato Comisiones Obreras (CCOO).

La central que lidera Unai Sordo acusó hoy a los empresarios de CEOE de avivar la conflictividad social, al mantener bloqueada la renovación del gran acuerdo sobre salarios AENC, que sirve de guía en miles de mesas de negociación de convenios colectivos.

Esta tarde, después del noveno día de huelga y enfrentamientos en las barriadas de Cádiz, CCOO criticó la postura de la patronal que dirige Antonio Garamendi, por negarse a renovar el Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), cuya última versión caducó el pasado 2020.

El Acuerdo, una guía que orienta la negociación de los casi 5.000 convenios colectivos que se firman anualmente en España, fijó una subida salarial de entre el 2% y el 3%, en función de la productividad y otros conceptos, para sus tres años de vigencia, de 2018 a 2020.

Además, el acuerdo fijó un nuevo salario mínimo por convenio de 14.000 euros, que hubiera debido trasladarse paulatinamente a los distintos convenios durante sus tres años de vigencia.

Pero la llegada de la crisis Covid complicó la situación. Y la patronal CEOE y su gemela Cepyme se negaron a renovar el acuerdo, en un momento en que la pandemia golpeaba la economía, y las empresas debían atender a una profunda perturbación derivada de las restricciones a la actividad y el resto de medidas de lucha contra el virus.

Hoy, después de advertir el crecimiento de la conflictividad en diversos puntos del país, con la tensión desatada en Cádiz por culpa del bloqueo de la negociación del convenio colectivo del metal en la provincia, y cuando el automóvil y su industria de componentes demandan ayuda, ante la falta de suministros esenciales —los chips— y otros desafíos, como los altos precios de la energía y el cambio tecnológico hacia la electromovilidad, la confederación del sindicato apuntó directamente a CEOE, la empresarial a la que acusa de azuzar la conflictividad laboral al negarse a renovar el acuerdo.

“La negativa de las organizaciones empresariales durante todo este año a sentarse a negociar un nuevo acuerdo estatal para la negociación colectiva, junto al seguidismo de otras patronales y empresas, está conduciendo a generalizar las huelgas y movilizaciones por el hartazgo de los trabajadores”, clamaron.

Los salarios se devalúan

El alza de los precios se sitúa en el vértice de la nueva conflictividad. Mientas los precios culminaron octubre con una subida del 5,4% respecto al año pasado, y cuando el año puede acabar con una inflación media del 3%, estiman desde CCOO, los salarios pactados en convenio tan solo están reflejando subidas del 1,5% de media. “Una importante pérdida de poder adquisitivo”, señala CCOO, el sindicato que culpa a la reforma laboral, que arrebató poder de negociación a los sindicatos, en favor de los empresarios, de esta nueva situación; y estima en un 6,2% la pérdida de poder adquisitivo que los salarios sufrieron de media entre 2008 y 2019.

Una situación de bloqueo de la negociación de la que el sindicato culpa a “distintos sectores y territorios” de las organizaciones empresariales, que se “niegan” a sentarse a negociar la renovación del gran pacto de salarios durante todo este 2021.

El metal de Cádiz se aferra al IPC

Hoy, los empresarios y los sindicatos del metal de Cádiz encaraban en Sevilla su enésima reunión, con el principal escollo centrado precisamente en la evolución de los precios y en la manera en que estos impactan sobre las rentas de los trabajadores.

En Cádiz los empresarios ofrecen firmar un convenio más largo, de tres años, a cambio de moderar la subida salarial, por debajo del IPC real. Sin embargo, los sindicatos, que se avienen a negociar un convenio más largo, ponen como condición para ello acompasar las subidas al comportamiento del IPC real.

Y no es este el único lugar de discordia. El mapa de huelgas y protestas se extiende por todo el territorio nacional. Y ya asoma en puntos como Alicante, con una huelga convocada, también del metal; en Castellón, en el sector de servicios de limpieza; en Castilla-La Mancha, los supermercados; en la multinacional Inditex, en uno de sus centros logísticos; en la valenciana planta de Sagunto del fabricante de vidrios para el automóvil Pilkington…

Un reguero de conflictos que, sin embargo, hoy consiguió soslayar uno de estos territorios. La provincia de Sevilla, cuyos 72.000 trabajadores del metal han firmado este miércoles, a través de sus representantes, la paz social para los próximos tres años, según explicaron desde la patronal Fedeme.

En Sevilla, según los patronos, “los incrementos firmados no resultan desproporcionados”. Además, continúan, se ha conseguido “amortiguar en parte el primer año” la acción de los mecanismos de revisión salarial que incluye el convenio para paliar la erosión de la inflación.

El convenio sevillano del metal prevé aumentos salariales del 1,5% este 2021 (desde julio); del 1,6% en 2022; y del 1,8% en 2023. Sin embargo, el pacto mantiene “intacta” la cláusula de compensación o absorción, que estipula que las empresas que vinieran abonando a sus trabajadores salarios por encima del convenio “no estarán obligadas a aplicar los incrementos pactados”.

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