Las farmacéuticas especializadas en la producción de vacunas contra el Covid-19 han reaccionado con rapidez ante la aparición de la nueva variante del virus, que ha sido bautizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como ómicron. La biotecnológica estadounidense Moderna convocó antes de este último fin de semana a sus empleados para comenzar a analizar las características de la cepa detectada en Sudáfrica.

Moderna ha manifestado en un comunicado que podría lanzar a principios de 2022 una vacuna actualizada que sea eficaz contra ómicron, ya que todavía los científicos de las farmacéuticas especializadas no tienen datos que puedan aportar conclusiones fiables respecto a si las actuales son eficaces.

En la misma línea la compañía, a través de su director médico de la biotecnológica Paul Burton, ha manifestado a la BBC que «deberíamos tener datos sobre la capacidad de la vacuna actual para ofrecer protección en las próximas dos semanas».

Esta empresa, cono sede en Massachusetts y que cuenta con tecnología propia en el desarrollo de ARN mensajero, se disparó un 20% en Bolsa el viernes. La evolución en la jornada de este lunes es similar.

En una línea similar la también estadounidense Pfizer, que fabrica la vacuna del Covid-19 junto a la alemana BioNTech, ha manifestado que se suma a la acción. Ha señalado que está capacitada para producir y distribuir una versión actualizada de su vacuna en un plazo de 100 días, en el caso de que se descubra que ómicron es resistente a su vacuna actual. Si bien prevé tener datos del perfil de la variante en un plazo de dos semanas.

Si bien ha añadido que Pfizer y BioNTech ya habían tomado medidas hace meses para poder adaptar su vacuna, basada en el ARN mensajero, en un plazo de seis semanas. Implicaría poder enviar los primeros lotes en un plazo de 100 días si se confirma que se trata de una variante inmune a las vacunas actuales. Pfizer ha subido un 6% en Bolsa.