La cuenta de resultados del Popular, lo mismo que la de Bankia que también se han hecho públicas hoy, reflejan el evidente deterioro de las mismas debidas a la escasa actividad económica en España y la práctica ausencia de diversificación geográfica que tienen ambas entidades.

El margen de intereses del Popular es un 17% inferior al registrado hace un año,  1.560 millones de euros, y eso que el banco ha aumentado su inversión crediticia en el periodo, en contra de lo que han hecho el conjunto de las entidades españolas. A pesar del mayor volumen de créditos y de la repreciación de una parte de los mismos como consecuencia de los mayores tipos de interés a los que se renegocian, el margen de intereses ha descendido porque los costes de financiación se han elevado tanto en lo que se refiere a la remuneración de los depósitos de clientes como a los mayores costes de refinanciación de la deuda.

Los gastos del Popular han crecido moderadamente, poco más de un 5%, como consecuencia de importantes proyectos de transformación tecnológica que están llevando a cabo. Las provisiones de créditos netas han sido considerablemente inferiores a las de hace un año pero, por el contrario, las destinadas a saneamientos de inmuebles adjudicados han crecido en 170 millones respecto a un año antes.

La tasa de morosidad sigue creciendo, lo mismo que le ocurre al conjunto de las entidades financieras, para situarse en el 5,85%, casi siete décimas más que hace un año. El Popular, que se encuentra ahora acabando de diseñar el proceso de absorción del Pastor, ha mejorado su relación entre créditos y depósitos, colocándola en el 138% y también ha mejorado su nivel de solvencia hasta alcanzar una capitalización del 9,76%, según los baremos de los supervisores españoles.

El director financiero del banco, Jacobo González-Robatto, destacó que el Popular ha ganado cuota de mercado tanto en lo que se refiere a créditos, su inversión crediticia ha aumentado cuando la del resto del sistema viene descendiendo, como en depósitos, donde han crecido en casi 2.000 millones de euros. El Popular ha conseguido 165.000 nuevos clientes particulares en un año y 43.000 nuevas pequeñas y medianas empresas.

Muy crítico con los nuevos requerimientos de capital decididos por los supervisores europeos, por cuanto el banco considera que no pueden modificarse las reglas del juego tres veces en 18 meses, González-Robatto destacó que el 9,84 de capital actual se transforma en un 7,72% con las nuevas reglamentaciones y que el banco no tendrá problemas para superar el 9% mínimo exigido en junio del año próximo tanto por generación interna de capital como por mejoras en la gestión de los riesgos y posibles desinversiones que pueda realizar la entisad.

Robatto señaló que “está claro que la situación actual es una crisis de deuda soberana y no una crisis bancaria, aunque haya algunas entidades que hayan podido cometer algunos errores a la hora de tener en su activo un exceso de deuda de algunos países determinados”.

El responsable financiero del grupo destacó que si bien 2011 está siendo un año muy duro para la banca en general, el año próximo el Popular partirá con una cierta ventaja respecto a sus competidores gracias a la operación de absorción del Pastor que le va a permitir sanear el balance con cargo a patrimonio y no tendrá por tanto que hacer tantos esfuerzos en saneamientos contra la cuenta de resultados.