La jornada ha resultado mucho más interesante de lo que puede revelar la simple observación de los índices. Los dos más tradicionales han terminado subiendo y el Nasdaq con mínimas pérdidas. El movimiento final ha sido mínimo e incluso el intradiario no ha sido tan excesivo como acostumbra el mercado en los últimos tiempos, pero la calidad de la sesión debe medirse por la capacidad de mantenerse en los excelentes niveles de cierre de la víspera. Mínimas pèrdidas o mínimas ganancias son lo de menos. Lo de más es que el mercado mantiene el pulso a pesar de que podría refugiarse en el «mal de altura».

Esta vez no había noticias a las que agarrarse salvo que se considere noticia el hecho de que S&P haya calificado con triple A el rating del Fondo de Rescate europeo, pero Wall Street no las necesitó para seguiir con sui trayectoria positiva. Bastó con un buen dato de confianza del consumidor para que el mercado se mantuviera en un nivel en el que no peligrara el sesgo de fortaleza conseguido en los últimos días.

La señal mandada por el mercado es clara. Si se recupera mínimamente la confianza, el mercado está dispuesto a subir. Pero para que se recupere definitivamente la confianza aún deben pasar algunas cosas, entre ellas que los datos macro americanos no decepcionen y que Europa siga dando pasos para resolver su crisis. Atentos a Italia, que es por ahí por donde viene el peligro, y a los resultados empresariales que, al fin y al cabo, es de lo que vive el mercado.

Al cierre, los índices decían claramente que no tienen ninguna intención de venirse abajo y que esta vez va en serio. El Dow Jones subió un 0,18% y el S&P 500 un 0,04%, en tanto que el Nasdaq Composite bajaba un mínimo 0,05%..