Baby Lemonade es uno de los grupos más injustamente tratado

Salvo la etapa con el líder de Love, su paso por el pop rock ha estado infravalorado

El amor por la psicodelia del grupo Baby Lemonade queda bien pronto de manifiestos. Antes, incluso, de escuchar su música. Ya el nombre nos lo dice todo. “Baby Lemonade” es el título de una canción del primer álbum en solitario de Syd Barret tras dejar Pink Floyd.

Baby Lemonade nació en Los Ángeles en 1992 y, ante la falta de éxito de sus dos primeros y extraordinarios  discos, “68 1/2 % Pure Imagination” y “Exploring Music” se hizo la banda de apoyo de  Arthur Lee, el líder de Love. Esta forma de ganarse la vida acabó cuando Lee fue a la cárcel. Volvieron al estudio y a los escenarios como Baby Lemonade y luego a ser soporte de Lee cuando salió de la cárcel en 2001. Le fueron fieles hasta la muerte del cantante en 2006.

Seguirían después con Johnny Echols, guitarrista de Love, como Love Revisited a veces y otras como The Love Band. Han acompañado también a Marianne Faithfull, Alex Chilton o Jarvis Cocker. Pero su mágica entidad está en los álbumes propios,  donde el power pop  barnizado  de guitarras y coros psicodélicos alcanza cotas imbatibles, que hacen incomprensible que Baby Lemonade estén tan infravalorados como olvidados.

Sello: Roto Records. Precio: 14. Discografia: “68 ½ % Pure Imagination”, “Exploring Music”, “The High Life Suite”. Influidos por: Syd Barret, Beach Boys, Love. Influyen en: Protones, All Night Radio, Real Estate.

—–

All Night Radio y las buenas vibraciones

Su único álbum, ahora reeditado, es una oda a la psicodelia de Beach Boys

Cuando el visionario sello discográfico español, Houston Party, sacó hace diecisiete años, el álbum “Spirit Stereo Frecuency” escrito, interpretado y producido por el dúo All Nigth Radio a los impenitentes seguidores de esa discográfica nos dejó un tanto descolocados. Y eso que estábamos acostumbrados a las gamberradas de Ze Malibu Kids, la extrañeza de la música sublime de The Shins y al cósmico country de Beachwood Sparks, de los que, por cierto, surgió  All Night Radio.

Sin embargo, los parámetros del dúo se escapaban aún más de la tónica habitual. Ahora puede comprobarse con la reedición de este álbum tan especial. Volvemos a escuchar el pop espacial, en “Daylight Till Dawn”; la sinfonía psicodélica, en “Anchovya Suite” (puro Syd Barret); pop rock agitado en “Said K”; balada astral en “Winter Light” o rap con español macarrónico en “Fall Dawn 7”. Álbum que descolocaba y, al mismo tiempo, deslumbraba al más pintado.

Por eso, Pepe Prieto, el ex de Protones lo definió como “una deliciosa chaladura de pop psicodélico que te atrapa y no te suelta”. Y es verdad. Además de que consigue unir la música del pasado (Beach Boys, Move, Boo Radleys), con la del presente (Mercury Rev y Flaming Lips) y del futuro (rap y teclas de nueva generación). En definitiva, un álbum que es puente (el de la portada) entre las buenas vibraciones de los sesenta, de  los noventa y  del 2021 y siguientes.

Sello: Big Potato. Precio:17. Discografia: “Flying Radio Bat Factory”. Influidos por: Beach Boys, Baby Lemonade, Move, Pink Floyd. Influyen: The Rapture, Tristeza, The Shins.