Viernes de La Latina

31/10/2011

diarioabierto.es.

Pienso ahora en los viernes de La Latina. En cómo una reunión de amigos puede convertirse en la familia, en ese extraño nudo parental que te acoge y te abraza. Se habla mucho de los domingos de La Latina, en Madrid, porque son estupendos: el mercadeo del Rastro, con su gesto ambulante de devenir cansado, de una antigüedad de las costumbres que hemos heredado y que no salva. Uno imagina el Rastro de Madrid andado por Machado y por Baroja, buscando libros de viejo que a ellos, entonces, les parecerían muy viejos, de esos escritores olvidados que quizá entonces ya comenzaban a estarlo, pero aún no lo sabían. Uno imagina El Rastro en plena transición, con Patxi Andión saliendo de su esbelta torre de vigía para coger la moto y apoyar un concierto solidario, y reteniendo al fin en la retina las notas musicales de la canción que luego sería el himno del Rastro, uno, dos y tres, y también su alegría. Luego una cañita en el bar de Los Caracoles, con fotos de Ava Gardner cuando andaba entonces por allí, risueña como el nimbo de un amanecer sin resaca posible, o en esa Fuentecilla que es el abrevadero de los viajes, una especie de alto en el camino con misterio apacible.

Todo esto son los domingos de La Latina, sus tardes trepidantes de largas cervezadas, una especie de furia por vivir y apresar el instante, por brindarlo y beberlo.

Pero ay, quien conoce los viernes sabe que existen otras latitudes de dimensión pequeña, con la voz queda y menuda en las conversaciones que acaban como el viernes pasado, haya o no un filete de hígado por medio. Cuando todavía no empieza la locura del sábado, ese fiesteo continuo de bares y mujeres sacudiendo el asfalto con tacones lejanos, pero ya la semana se derrumba, estar en La Latina, un poco en plan cocido a lo Galdós, es un lujo al alcance de muy pocos. Siempre puedes tomar un gin-tonic distinto en un bar al que vamos porque nos tratan mal, sobre todo la camarera guapa. Venimos desde todos los puntos de Madrid y siempre llega tarde el de más cerca. Brindamos con vermú en La Paloma y contamos el chiste del vermú. Pienso ahora en Serrat, en aquellas pequeñas cosas y en todas las historias de Madrid. Son historias de viernes. Guardadme bien el sitio, porque vuelvo muy pronto.

¿Te ha parecido interesante?

(+20 puntos, 20 votos)

Cargando...

2 pensamientos en “Viernes de La Latina

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.