La Organización Países Exportadoras de Petróleo junto a Rusia y otras naciones productoras se sienten optimistas respecto a la evolución de la demanda en este año pero no quieren inundar el mercado, y la evolución de los precios en los días transcurridos del año le dan la razón: la cotización del Brent (referente en Europa) supera los 82 dólares el barril, mientras que el West Texas (de Estados Unidos) se comercializa en el entorno de los 80 dólares.

La OPEP+ lanzó un mensaje el pasado martes que señalaba que el ómicron no va a ser un obstáculo para la recuperación de la economía y, por tanto, del consumo, el transporte y el movimiento de los ciudadanos. Si bien, con este previsible escenario, decidieron en la primera reunión de este año mantener la hoja de ruta ya pactada que conlleva aumentar la producción de forma gradual. La próxima cumbre será en febrero.

Los representantes del cártel y sus aliados decidieron un alza del bombeo de crudo en 400.000 barriles diarios para febrero de 2022. El club de exportadores, pese a que son positivos, no quieren cambiar de momento su estrategia, incluso aunque que sus expertos estimen que el consumo de oro negro será más elevado que antes de la pandemia. Y que, por tanto, el aumento para febrero no cubrirá la demanda causada por la recuperación de la economía. Los citados expertos prevén que la demanda aumente en 4,15 millones de barriles diarios en 2022, hasta alcanzar los 100,79 mbd. Es un 4,3% más en relación en 2021.

A este factor se une otro circunstancial. Los graves disturbios en Kazajistán, en el que se han implicado Rusia con el apoyo al Gobierno de ese país frente a los manifestantes, pueden suponer problemas de suministro desde ese área geográfica.

En principio el alza de los crudos referentes de Europa y Estados Unidos activará de nuevo la salida de petróleo de las reservas estratégicas de los países que se unieron a una medida promovida por Estados Unidos. En le pasado año fue seguida por Reino Unido, Japón, China e India, si bien si demasiado éxito en el control de los precios.

Y es que, pese a la elevada volatilidad causada por la evolución de la pandemia, el Brent cerró 2021 con un alza de su cotización del 52%. hasta los 77 dólares. El West Texas se revalorizó un 55%, hasta 75 dólares. Ya en 2021 la demanda creció más que la oferta, lo que ha provocado una reducción de los stocks mundiales en unos 470 millones de barriles, según los datos de la Agencia de la Energía de Estados Unidos.

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