¿A quién no le gusta una rica croqueta? Cremosa, sabrosa, calentita… Es uno de los bocados más populares de la gastronomía española (aunque tiene origen francés). El próximo 16 de enero se celebra el Día Internacional de la Croqueta, y por ello proponemos una selección de algunas de las que hay que probar en distintas ciudades españolas. ¿De jamón, mejillones tigre, boletus, centollo o pollo asado? Elige las que más te gusten.

Berria. Ubicada frente a la misma Puerta de Alcalá, es una taberna imprescindible para los amantes del buen vino. Con más de 1.600 referencias en su bodega y 80 vinos por copas que se renuevan varias veces al mes, también ofrece propuestas gastronómicas interesantes, basadas en la calidad de sus productos. Sus croquetas de jamón ibérico son uno de los bocados que no hay que perderse.  Y atención porque además de en su precioso local, también se puede reservar en la terraza acondicionada para todo el año. Precio de la ración: 16 euros.

Balausta. Este restaurante de reciente inauguración se presenta como un homenaje a la tradición gastronómica de Málaga. Aquí el producto local de temporada y la materia prima de calidad son los protagonistas, tratados con técnicas tradicionales en los que se incorporan guiños de vanguardia. José Carlos García, el único chef Estrella Michelin de esta ciudad andaluza, junto con Marcos Granados como jefe de cocina, nos proponen dos opciones perfectas: croquetas de centollo, y sus especiales croquetas de jamón ibérico de bellota “Dehesa de los Monteros” y castaña. Precio por unidad: 2 euros.

Arzábal. Este grupo gastronómico sigue creciendo, en parte, porque sus propietarios han sabido fusionar con éxito la cocina tradicional con un ambiente divertido sin renunciar a la buena comida. Además de las clásicas croquetas de jamón ibérico con leche de oveja latxa y las croquetas de boletus de Arzábal Retiro, los amantes de este bocado tienen que degustar las croquetas de ibérico en El Jardín de Arzábal (museo Reina Sofía) o pedirlas para llevar en Hermanos Pollo Ultramarinos, el establecimiento que recoge las marcas de delivery de Arzábal.

Precio de media ración: 8,50 euros.

Perretxico. Especializados en pinchos vascos e inspirados en el concepto de las nuevas tabernas, el grupo PerretxiCo cuentan actualmente con ocho establecimientos repartidos entre Vitoria, Madrid y Logroño. De la mano del chef Josean Merino, ofrecen una propuesta gastronómica con los sabores de siempre, pero siguiendo las tendencias actuales. Un ejemplo de ello son sus jugosas croquetas, de mejillón tigre (muy buenas) o de jamón. Precio de la ración: 11,50 euros

Leña Marbella y Madrid. Este nuevo estilo de steakhouse bajo el mando de Dani Garcia, homenajea la cocina a la brasa. Este asador que combina tradición, innovación y producto ofrece una carta que reúne hasta siete cortes de carne diferentes, verduras a la brasa, platos de inspiración internacional y recetas clásicas. Pero uno de sus bocados estrella son las croquetas de pollo asado, que no hay que dejar de pedir porque están deliciosas. Precio de la ración: 9 euros.

Cadaqués. Un restaurante que basa su carta en los sabores de la cocina mediterránea y del producto de proximidad, y en el que adquiere mucho protagonismo la técnica del fuego. Un lugar de encuentro en pleno barrio de Salamanca en el que no hay que perderse los mariscos del día, sus arroces hechos a la leña y las croquetas de jamón. Las elaboran siguiendo una receta casera, de las de toda la vida. El chef y propietario de Grupo Sagardi, Iñaki López de Viñasprei, sigue el viejo truco de la abuela, hirviendo un hueso de jamón ibérico en la leche antes de preparar la bechamel para aportar a la croqueta un aroma natural e intensificar el sabor. Precio de la ración: 12 euros.