Los sindicatos animan a EH Bildu a posponer sus reivindicaciones sobre el despido

13/01/2022

Luis Martínez del Amo. CCOO defiende la necesidad de aprobar la reforma laboral a fin de atajar los contratos precarios.

Los sindicatos de corte estatal, CCOO y UGT, tratan de disolver la resistencia surgida entre la izquierda parlamentaria a validar el real decreto ley de reforma laboral. El líder del primer sindicato, Unai Sordo, destacó que el despido más barato se produce cuando se extingue un contrato temporal; al tiempo que instó a ERC y EH Bildu —sin citarlas— a que se abstengan de tumbar el decreto, aplazando sus exigencias de encarecer el despido.

Los líderes de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, se reunieron ayer con el portavoz parlamentario del Grupo Socialista, Héctor Gómez. Según fuentes del PSOE, la reunión sirvió para tratar sobre el trámite parlamentario de la reforma laboral, pero también sobre nuevas mejoras que podrían abordarse más adelante, una vez se salve el escollo planteado en el Congreso.

El Gobierno aprobó en Consejo de Ministros la reforma laboral, que busca un vuelco en el uso del contrato temporal, a finales de diciembre. Sin embargo, su convalidación en el Congreso se ha topado con la resistencia, no solo de la derecha, sino también de los grupos de izquierda, incluso aquellos que han apoyado al Ejecutivo en otras ocasiones.

ERC y EH Bildu se encuentran entre los grupos que han mostrado su oposición a convalidar el decreto, pactado en la víspera de Navidad con los empresarios y los grandes sindicatos con implantación en todo el Estado.

Aunque los catalanes no se refieren al despido, sí han condicionado su apoyo al real decreto a medidas como la prevalencia de los convenios catalanes sobre los estatales, y la vuelta de los salarios de tramitación que se pagan a los trabajadores inmersos en un proceso judicial tras un despido cuando este se se juzga injusto, así como de la autorización administrativa a los despidos colectivos; una competencia autonómica en la antigua legislación.

En la misma línea, EH Bildu condicionan su apoyo a que el despido recupere una indemnización equivalente a 45 días por año trabajado, cuando se demuestre improcedente —rebajada a 33 por el PP en 2012—; junto a otras medidas tendentes a colocar los acuerdos autonómicos por encima de los de rango estatal, en la pirámide normativa que ordena la negociación colectiva.

Prioridad de los convenios vascos

La izquierda abertzale recuerda además que, tanto CCOO y UGT, como los sindicatos vascos ELA y LAB —de gran implantación allí— firmaron junto a la patronal Confebask un acuerdo que busca precisamente dar prioridad a los convenios colectivos y acuerdos interprofesionales que se firman en el País Vasco, sobre los de rango estatal.

El acuerdo denominado Acuerdo Interprofesional sobre la Estructura de la Negociación Colectiva, fue suscrito en 2017. Y, sin embargo, “no cuenta en la actualidad con las garantías jurídicas necesarias para garantizar su aplicación pacífica”, aducen desde EH Bildu en un documento que cita la agencia Europa Press.

El reforzamiento de este acuerdo podría ser uno de los pilares que ayude a salvar el trámite parlamentario.

Sin embargo, los vascos —aunque también otros grupos de izquierdas, como el BNG o Más País; descontentos con el alcance de la reforma— reclaman a su vez más concesiones a cambio de su apoyo a la reforma laboral.

Una de estas peticiones es encarecer el despido. Y dar marcha atrás a la rebaja de las indemnizaciones que se pagan cuando un trabajador es despedido.

Primero la temporalidad, luego el despido; dice CCOO

Una reclamación que, en cambio, juzgan extemporánea desde Comisiones Obreras (CCOO), cuyo líder, Unai Sordo, animó a los grupos de la izquierda a apoyar “sin más” el real decreto ley, y aplazar para luego sus reivindicaciones sobre el coste del despido.

Sordo desveló que UGT y CCOO también pusieron sobre la mesa en la pasada negociación para la reforma laboral el asunto del despido. Y se alineó con quienes desean dificultar su uso, ya sea elevando su precio, ya sea cerrando la puerta a algunos supuestos, hoy admitidos como causa para despedir.

Con todo, Sordo recordó que la aprobación de la reforma laboral no agota posibles reclamaciones futuras. Mientras que, en cambio, su rechazo echa por tierra “un muy buen acuerdo”, que está llamado a atenuar el abuso de contratos temporales; que es la vía más usual para abaratar la finalización de una relación laboral.

“Una indemnización por despido de 20,33 o 45 días con contratos de tres meses es el chocolate del loro, da para tres cafés”, lamentó el líder sindical este miércoles.

“Son indemnizaciones relevantes cuando se tiene mucha antigüedad. Pero no cuando se tienen contratos de tres meses”, apuntaló, en su defensa del decreto sobre reforma laboral pactado con las patronales CEOE y Cepyme, el Gobierno, y el otro sindicato, UGT.

Sordo sostuvo que esta reforma sí introduce mejoras en el coste del despido. Concretamente, dijo, lo hace al desaparecer los contratos de obra, y ser sustituidos por indefinidos o fijos discontinuos, en los que la indemnización es mayor.

Para el sindicalista, lo prioritario ahora es ver cómo actúan las medidas aprobadas en un real decreto ley que debe ser convalidado antes del 7 de febrero —o perderá su vigencia— a la hora de rebajar el porcentaje de personal con contratos temporales. Además, recordó que la propia reforma prevé evaluar las medidas, transcurrido un plazo, a fin de introducir nuevas, si la reducción en el número de temporales no alcanza buenos resultados.

Por otro lado, finalizó, además de controlar la temporalidad, la reforma apuesta por evitar los despidos con otra herramienta, como es el Mecanismo Red de flexibilidad interna, los nuevos ERTE que tratan de aprovechar el éxito durante la pandemia en el uso de estos expedientes de regulación temporal de empleo.

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